¿Qué pasó con Candilejas en Saltillo? El lugar donde cantó Luis Miguel
El 4 de julio de 1993, Luis Miguel ofreció un concierto inolvidable en el salón Candilejas de Saltillo como parte de su gira Aries Tour.
Hoy, más de 30 años después, el icónico recinto está en ruinas, aunque el terreno ya pertenece a una televisora que ha comenzado trabajos con maquinaria, sin revelar aún qué se construirá en el lugar.
En los años 90, Candilejas fue uno de los recintos más lujosos y representativos de Saltillo. Ubicado en la Zona Dorada, al norte de la ciudad sobre el periférico Luis Echeverría, este complejo de salones albergó bodas, graduaciones, eventos políticos y grandes presentaciones musicales.
Uno de sus momentos más recordados ocurrió el 4 de julio de 1993, cuando Luis Miguel se presentó como parte de su Aries Tour, una gira que inició en Acapulco y que marcaba el lanzamiento de su álbum Aries.
La presentación del “Sol de México” en Candilejas dio al lugar una vibra de elegancia, glamour y exclusividad, quedando grabada en la memoria de los asistentes.
¿Por qué cayó en abandono?
Aunque fue sinónimo de eventos de alto nivel, con el paso del tiempo Candilejas fue cerrando sus puertas hasta quedar completamente inactivo.
Desde hace más de 15 años, el sitio se encuentra en total abandono. Solo permanece en pie una barda frontal como fachada, mientras que el resto del terreno está delimitado por una malla ciclónica.
En total, el espacio abarca aproximadamente 200 metros de fondo por 100 metros de frente, guardando entre sus ruinas recuerdos de una época dorada para la vida social de Saltillo.
¿Qué está ocurriendo actualmente en el terreno?
En fechas recientes, el terreno ha mostrado señales de transformación. Maquinaria pesada ha sido vista trabajando en el sitio, realizando movimientos de tierra y limpieza.
Según fuentes locales, el terreno pertenece actualmente a una televisora, aunque no se ha revelado públicamente qué se construirá ahí. La reactivación del espacio genera expectativa entre los habitantes de la zona, quienes llevan años viendo el lugar deteriorarse sin propósito.
La posibilidad de que el antiguo Candilejas renazca —aunque en una forma completamente distinta— despierta sentimientos encontrados. Por un lado, hay nostalgia por el legado cultural y social que el lugar representó para varias generaciones. Por otro, existe la esperanza de que una nueva etapa revitalice la zona y le dé un nuevo propósito.