¿Realmente el alacrán de Durango se come a su madre poco después de nacer? Esto dicen los expertos
Existen muchos mitos y realidades en torno a los alacranes de Durango y de todo el mundo; gracias a nuevas tecnologías, los estudiosos de este insecto han ido descubriendo cosas nuevas y las investigaciones continúan.
Varios investigadores interesados en las distintas variedades de escorpión o alacrán, han dedicado recursos, tiempo y habilidades para obtener respuestas a las incógnitas que aún hay sobre estas especies.
¿Realmente el alacrán de Durango se come a su madre poco después de nacer?
Por años se dijo que el alacrán era uno de los insectos que practicaban la matrifagia durante sus primeros días de vida; es decir, que se comen a su madre, como parte de sus primeros alimentos.
No obstante, se ha demostrado que esto es un mito. La madre carga a las crías sobre su espalda hasta que estén listos para andar solos, lo cual en ocasiones da la impresión de que se la están comiendo, pero no es así.
Lo que sí llega a suceder es que la madre muda de piel y se va, dejando a sus crías sobre tales restos; es probable que se alimenten de este remanente o aniden en él antes de empezar a explorar por su cuenta, lo que fomenta la creencia de que se comen a la madre.
Mitos desmentidos sobre el alacrán de Durango y otras especies dealacranes
Laura Valdez Velázquez, investigadora y profesora de la Facultad de Ciiencias Químicas de la Universidad de Colima, se dedicó a desmentir éste y otros mitos acerca de los alacranes.
Otros de los mitos más comunes y que Valdez Velázquez explicó que son falsos son los siguientes:
- Los alacranes siempre andan en parejas. Falso. Es durante la época de apareamiento que se arriesgan a salir más frecuentemente de su escondite y se les puede ver juntos; sin embargo, expertos aseguran que la embra puede comerse al macho después de aparearse, por lo que éste frecuentemente huye.
- Todos los alacranes son venenosos. Falso. De las 289 especies que existen en México, solo 14 de ellas se consideran tóxicas. Esta toxicidad no depende del tamaño del especimen.
- A las personas "corajudas" no les hace efecto el veneno de alacrán. Falso. En ocasiones el insecto ha inoculado el veneno antes de picar a la persona, o el veneno se ha quedado atrapado en su ropa o zapato, por eso pareciera no hacerle efecto. Pero en una siguiente picadura, si la hubiera, el resultado podría ser diferente.