La Plaza de Durango donde dicen que se ejecutaba a los pecadores
DURANGO, Durango.- Fundada desde 1563, la ciudad de Durango ha albergado en su territorio un acervo de historias, anécdotas y leyendas, todo producto de cada etapa cultural que se ha vivido desde la colonia española hasta la fecha.
Y es que, aunque hoy nos suena bastante lejano el tiempo de la Conquista y los horrores de la Santa Inquisición, lo cierto es que la ciudad de Durango es lo suficientemente antigua para tener sus propias historias al respecto.
Tal es el caso de esta plaza de Durango que, de una u otra forma, no logra quitarse de encima el estigma de horrores que se contaba sucedieron en ella hace varios siglos.
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¿Cuál es la plaza de Durango donde se ejecutaba a los pecadores condenados a muerte?
Se trata de la que hoy conocemos como Plazuela Baca Ortiz, construida en algún punto al rededor del año 1700 y que, según narran, en aquel entonces se conocía como "la Plaza del Terror".
Si bien, la Santa Inquisición data de 1478, un siglo antes de la fundación de Durango, lo cierto es que esta lamentable práctica se extendió por siglos en todos aquellos lugares donde la Iglesia Católica tenía autoridad, incluyendo las colonias Españolas en el siglo XVI.
Fue en 1571 cuando se estableció en México el Tribunal del Santo Oficio, durante el mandato de los reyes de España.
¿Por qué le llamaban "la Plaza del Terror" a esta plaza de Durango?
Según las leyendas e historias que pasaron meramente de boca en boca, en este lugar fue donde se hacían los escarnios públicos durante la Santa Inquisición; es decir, ahí se juzgaba y castigaba públicamente a aquellos acusados ante la Iglesia.
Además de ejecuciones, hubo humillaciones públicas y torturas, de acuerdo con los relatos que prevalecieron de generación en generación.
Y aunque no existen registros oficiales de ello, incluso se dijo que había un "quemadero", que es como llamaban al lugar donde prendían fuego a aquellos acusados de pecados mayores; otras versiones apuntan a que eran ahorcados.
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Del relato a la leyenda, la Plaza del Terror en épocas recientes
Las leyendas y cuentos de terror que a veces se extienden como reguero de pólvora, suelen tener orígenes ciertos, a veces hasta bien documentados.
Pero al circular de boca en boca, a través de generaciones, acaban por ser "complementadas" con tintes de fantasía o suposiciones.
De tal suerte que, a mitades del siglo pasado se propagó la creencia de que en la noche se podían ver en la Plazuela las sombras de los condenados en la hoguera; aseguraban que se escuchaban lamentos tanto de hombres como de mujeres durante la madrugada y que llegaban a aparecer siluetas en pena.
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