Incauta Hong Kong más de una tonelada de metanfetamina en costales de Segalmex
Las aduanas de Hong Kong llevaron a cabo la mayor incautación de metanfetamina cristali en costales que traían kogo de la dependencia gubernamental mexicana Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex)
MÉXICO.- Las autoridades aduaneras de Hong Kong han llevado a cabo la mayor incautación de metanfetamina cristalina hasta la fecha, descubriendo un alijo oculto en un cargamento de conchas de caracol procedente de México.
Según informó el superintendente Ip Kwok-leung, jefe del grupo de investigación de drogas en las Aduanas de la ciudad semiautónoma, el cargamento, valorado en 81.8 millones de dólares, estaba empaquetado en costales que portaban el logo de la dependencia gubernamental mexicana Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex).
El decomiso, realizado el pasado 26 de octubre, ha llevado la cantidad total de drogas ilegales incautadas por las autoridades aduaneras en los primeros 10 meses del año a 7.5 toneladas, un aumento del 41% respecto al mismo periodo de 2022.
Kowk-Leung destacó que este incremento demuestra la eficacia de las estrategias de aplicación de la ley y la cooperación internacional con China continental y los organismos encargados de hacer cumplir la ley en el extranjero.
El hallazgo se produjo después de que un contenedor, que había declarado que portaba más de 600 bolsas rellenas de conchas de caracol, llegara desde México el mes pasado.
Tras someter la carga a rayos X, se detectaron materiales sospechosos, lo que llevó a los inspectores a registrar el interior del contenedor, donde encontraron metanfetamina en 104 de las bolsas.El superintendente reveló que la droga estaba camuflada en conchas de caracol recubiertas de cera y pintura, con cada pieza pesando alrededor de 1 kilo.
Cada bolsa contenía unas 10 piezas de sustancia ilegal disfrazada mezcladas con conchas auténticas.Las autoridades creen que parte del cargamento estaba destinado al consumo local, mientras que el resto podría tener como objetivo países como Australia, Japón y Nueva Zelanda, donde los estupefacientes podrían comercializarse a un precio varias veces superior a su valor.