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Pierde el rey Carlos III sentido del gusto por tratamiento contra el cáncer

El rey Carlos III dio a conocer que perdió el sentido del gusto por el tratamiento contra el cáncer; el Palacio de Buckingham no se ha pronunciado al respecto.

Por: Erwin Contreras

LONDRES, Inglaterra.- El rey Carlos III de Inglaterra, de 75 años, informó que ha perdido el sentido del gusto debido al tratamiento que recibe contra el cáncer; lo anterior tras una conversación con un veterano del Ejército británico, Aaron Mapplebeck, con quien discutió el tema del cáncer testicular.

Mapplebeck detalló al rey Carlos III que el tratamiento contra el cáncer testicular le ocasionó que perdiera el sentido del gusto, y fue en ese momento que el monarca británico le confesó que estaba pasando por lo mismo.

El Palacio de Buckingham no a precisado qué tipo de cáncer padece el rey Carlos III de Inglaterra; sin embargo, cuenta con autorización para realizar apariciones públicas desde el pasado mes de abril.

Cabe recordar que el pasado mes de enero el rey Carlos III de Reino Unido se sometió a una cirugía debido a un agrandamiento de la próstata en la Clínica de Londres

 

¿Qué es la hipertrofia benigna de próstata?

 La hiperplasia o hipertrofia benigna de próstata (HBP) es el crecimiento benigno de la glándula prostática en el varón.

La HBP es el proceso clínico que provoca la mayoría de los síntomas urinarios en el varón adulto. Provoca una obstrucción a nivel de la uretra, es decir, a nivel del conducto de la orina que causa una dificultad creciente para vaciar la orina que se encuentra almacenada en la vejiga.

Es un proceso que se correlaciona con la edad del paciente. Se considera que aproximadamente el 75 por ciento de los hombres con una edad de 80 años padecerán alguna manifestación clínica debida al agrandamiento de la próstata.

 

¿Cuáles son los síntomas de la hipertrofia benigna de próstata?

 

¿Cómo se diagnostica la hipertrofia prostática?

El diagnóstico de la hiperplasia o hipertrofia benigna de próstata se realiza a partir de la historia clínica del paciente junto con una exploración física consistente en un tacto rectal, una ecografía para determinar el tamaño de la próstata y comprobar el volumen de orina que permanece en la vejiga después de realizar una micción, y una micciometría para valorar el grado de obstrucción en la vía urinaria.

Se complementa el estudio con una analítica general y específica.


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