Protestan miles en Tel Aviv, Israel y piden parar ataques en Gaza

TEL AVIV, Israel.- Unas 300 mil personas tomaron las calles de Tel Aviv la noche de ayer para expresar su rechazo hacia el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

La manifestación se enmarca en una serie de protestas que se han extendido por todo el país tras la reciente muerte de seis rehenes en Gaza, cuyos cuerpos fueron recuperados por el Ejército israelí en un túnel del sur de la Franja.

Las víctimas, asesinadas a corta distancia según la autopsia del Ministerio de Sanidad, fueron encontradas solo 48 a 72 horas después de su muerte.

La noticia encendió la furia de los israelíes que consideran que un acuerdo de alto el fuego podría haber evitado su trágico destino.

El epicentro de las protestas fue Tel Aviv, aunque también se llevaron a cabo en otras ciudades importantes como Jerusalén y Haifa.

En la capital económica de Israel, los manifestantes bloquearon las autopistas y levantaron barricadas de neumáticos en llamas, mientras que en Haifa, al norte del país, miles de personas bloqueaban los accesos enarbolando la bandera nacional.

El descontento popular ha llevado a la organización de sindicatos más grande de Israel, Histadrut, a convocar una huelga general que comenzará el lunes, afectando incluso al aeropuerto internacional de Tel Aviv.

El rechazo de la mayoría israelí a la guerra en Gaza

Un aspecto notable de las recientes protestas es el creciente descontento entre los jóvenes israelíes con respecto a la guerra en Gaza. Para muchos jóvenes, la prolongada confrontación ha generado una sensación de fatiga y desesperanza.

La guerra, que ha durado casi 11 meses, ha dejado una marca profunda en la sociedad israelí, especialmente en las generaciones más jóvenes que han visto a sus amigos y familiares afectados directamente por el conflicto.

Este sector de la población está cada vez más frustrado con la continua escalada del conflicto y el coste humano que ha conllevado, los jóvenes israelíes, que crecieron en un contexto de incertidumbre y violencia, están cada vez más dispuestos a cuestionar las decisiones del gobierno y a exigir un cambio.

La percepción de que los líderes actuales no están manejando la situación de manera efectiva ha alimentado su deseo de encontrar soluciones alternativas, como un acuerdo de alto el fuego que podría ofrecer una perspectiva de paz a largo plazo.

Este descontento juvenil se ha reflejado en la participación activa de los jóvenes en las protestas y huelgas, mostrando un nivel de compromiso y desilusión que marca una diferencia respecto a generaciones anteriores. La creciente presión de este grupo demográfico está ejerciendo una influencia significativa en el debate nacional sobre el futuro de Israel y su política hacia Gaza.