Máquinas de escribir, artefacto que se niega a morir
Servicios HERSAN, con experiencia en el arreglo de máquinas de escribir de modelos muy antiguos sigue atendiendo clientes desde hace 45 años
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MONTERREY, Nuevo León.- En un mundo donde la modernidad avanza, existe un taller de máquinas a escribir en Monterrey que se resiste a desaparecer.
Ubicado en la zona centro de la ciudad es como el negocio SERVICIOS HERSAN que se mantiene ofreciendo servicios de compostura de estos instrumentos que aun se encuentran en algunas casas, notarias, consultorios e instituciones de gobierno.
SERVICIOS HERSAN lleva más de 45 años en el mismo punto, los clientes siguen buscando el servicio por diversos motivos, algunos para tener un recuerdo, otros porque siguen siendo una herramienta de trabajo. Máquinas muy antiguas con mucha historia son parte de lo que llegan a este taller.
Hace 45 años mi padre comenzó aquí, y hace como 10 años, él falleció y entonces yo me quede aquí, porque estoy viendo que todavía hay servicios de reparación de máquinas de escribir, todavía me buscan del seguro, de las notarías, de varias partes y es por eso que doy el servicio
'Muchas veces traen las máquinas a restauración los jóvenes que fueron de sus abuelos, de sus papás, de sus bisabuelos, no se verdad, pero aún me sigue llegando trabajo para restauraciones´', expresa José Hernández, propietario del taller.
Principales clientes, el negocio sigue vivo
'Vienen mucho de las clínicas, del seguro social, hay notarias, hay laboratorios, todavía me llega bastante trabajo'.
La máquina de escribir se sigue usando, como te comento y traen mucha máquina a restauración, bastante. Las traen como un recuerdo de los familiares que las usaron de su tiempo, y hay gente que viene de 60 o 70 años con su máquina o las traen sus hijos para que las restaure.
De las clínicas me recomiendan y me traen máquinas de Laredo, Tampico, unas de Matamoros que me las mandan con los mismos doctores
La máquina más antigua y costo de reparación
Una máquina OLIVER de 1910, es la máquina más viejita de todas las que me han traído y me la trajeron para una restauración y de aquí se fue jalando.
De mantenimiento cobramos $300 pesos, es mantenimiento y mano de obra, ya de ahí hay que buscar las refacciones. Porque a veces aquí cuesta $100 o $150, pero en la Ciudad de México cuesta $400 pesos es dependiendo el costo de la refacción y quien la surta, es el problema.
Las cintas que uso las mando hacer a la Ciudad de México, allá me las fabrican, aquí van a las papelerías y no hay cintas de ningún tipo de máquina, entonces lo que hago es para seguir dándole servicio al cliente es conseguirle el tipo de cinta que necesiten.
'Yo arreglo cualquier tipo de máquina, la Royal, Smith-Corona, la OLIVETTI, la Oliver, la que sea. Fue hace 25 años que era cuando había mucha reparación y por eso aprendí todo tipo de máquina, papá me decía: No solo te fijas en una sola maquina y entonces aprendí todo tipo de maquina y me hizo agarrar todo tipo de máquina', explicó el técnico.
Hasta la fecha las maquinas de escribir se vienen actualizando, algunas ya son más pequeñas, más livianas, fáciles de manejar y de hacer correcciones. Sus ventas definitivamente no son elevadas, pero lo que si es un hecho es que instituciones las siguen usando como una gran herramienta
Hernández menciona que hay cierta papelería que no cabe en las impresoras y tienen que hacerlo manualmente.
Don José ha perdido la cuenta de cuantas máquinas han arreglado en todos sus 39 años que él ha estado trabajando en este negocio, pero y al menos unas 20 o 25 maquinas recibe por semana para su reparación.
¿Porqué servicios HERSAN sí perduró y otros no?
'Hubo muchos negocios que eran dueños, nunca fueron los técnicos, contrataban a otros y nosotros no, siempre fuimos los dueños y los técnicos y por eso yo creo que seguimos aquí todavía.
¿Quién va a darle continuidad a este negocio? Pues ya no tengo a nadie. Aún hay trabajo y me gusta hacerlo, me han ofrecido trabajo en otras partes, pero mejor sigo aquí’’, concluye Hernández.
SERVICIOS HERSAN nos demuestra que, a pesar de los avances tecnológicos, la calidad de un buen trabajo nunca pasará de moda.