Reforma Judicial
Un juego perverso por parte del oficialismo para alcanzar una mayoría calificada en el Senado, que no logró en las urnas.
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SAN PEDRO GARZA GARCÍA, Nuevo León.- Con 86 votos a favor y 41 votos en contra, el pleno del Senado de la República aprobó la Reforma Judicial en las primeras horas de este miércoles 11 de septiembre.
Vaya clima de hostilidad.
Un juego perverso por parte del oficialismo para alcanzar una mayoría calificada en el Senado, que no logró en las urnas.
Morena y sus aliados, el Partido del Trabajo y el Partido Verde, tenían originalmente 83 senadores… Les faltaban tres.
Hace días consiguieron a Araceli Saucedo y José Sabino, del PRD.
Y lo que vimos el martes 10 de septiembre, fue algo inaudito.
Ejercieron presión contra el senador panista Miguel Ángel Yunes Márquez, quien primero desapareció, fue reemplazado por su padre, Miguel Ángel Yunes
Linares, ex gobernador de Veracruz y senador suplente… Al final regresó Yunes Márquez. Y se ejerció el voto decisivo.
¿Qué le ofrecieron para que apoyara esta reforma? ¿Impunidad para él y para su familia? Les mostraron el expediente… y obtuvieron el voto 86.
Un senador de Movimiento Ciudadano, Daniel Barreda, denunció haber sido retenido de manera ilegal.
Hubo represión hacia los manifestantes afuera de la sede alterna del Senado.
Este es un cambio constitucional que transformará radicalmente al Poder Judicial.
La Oposición acusa que eso provocará su dependencia del partido en el Gobierno y su pérdida de autonomía.
Establece el mecanismo de elección popular para la designación de jueces, magistrados y ministros.
Ordena la sustitución de mil 700 juzgadores federales, mediante procesos electorales.
Reduce el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a una sola Sala de nueve ministros.
Limita el alcance del juicio de amparo y de las acciones de inconstitucionalidad.
Estipula la creación de un Tribunal de Disciplina con capacidades discrecionales de sanción.
Avala la figura de jueces sin rostro, un polémico mecanismo de protección a juzgadores en casos de seguridad nacional.
La Reforma Judicial debe ser avalada por al menos 17 legislaturas locales, esto es, la mitad de los estados más uno… Será un mero trámite, dado el control político de Morena en el país.
Hay dos posturas.
Hay quienes opinan a favor. Ven a esta reforma como una oportunidad para regenerar el vínculo del pueblo de México con su sistema de justicia, que ahora, aseguran, tendrá un funcionamiento más eficaz. Que va a separar las funciones de administración y disciplina, para que el órgano que evalúe y sancione a jueces, magistrados y ministros sea un órgano independiente y autónomo de la Suprema Corte.
También se establece un plazo para la resolución de casos fiscales y penales con sanciones para quienes no cumplan. Insisten en que los criterios establecidos para la elección popular de jueces y magistrados garantizan la idoneidad técnica y profesional de los funcionarios judiciales, a la vez que les otorga una legitimidad de origen que les hace responsable frente a la ciudadanía y el pueblo de México.
Hay quienes piensan diferente. Consideran que la Reforma Judicial representa un instrumento de control político, diseñado para concentrar el poder en el Ejecutivo… que además no resuelve los problemas actuales de nepotismo, impunidad y corrupción del sistema judicial. Esta reforma no abarca los dos sectores más críticos del sistema de justicia: los ministerios públicos y los tribunales locales.
La incertidumbre ahora es mayor.
El sector productivo insiste en que es fundamental que el Poder Judicial siga siendo un órgano independiente, alejado de cualquier influencia política que pueda comprometer su función esencial de impartir justicia.
Resalta que la capacitación y preparación del personal son necesarias para garantizar un sistema judicial eficaz y confiable. Los empresarios advierten que cualquier debilitamiento del estado de derecho puede afectar la confianza de inversionistas y, con ello, el recimiento económico y la generación de empleos en México.
Ya en este contexto, un factor clave será estudiar a fondo las leyes secundarias
para conocer cómo se va a implementar y para saber si contiene “candados”.
Lo cierto es que estamos frente a una controvertida reforma al Poder Judicial
en México… Es el cambio más profundo a la judicatura de los últimos 30 años… Por la elección por voto popular de magistrados y jueces del sistema federal… Por esa posibilidad de que “se politice” la justicia... que en vez de aumentar la independencia y transparencia de los jueces, se favorezca una selección política de los candidatos, dejando de lado las habilidades profesionales y los ascensos por mérito.
Resulta muy difícil esperar que esta reforma en realidad sentará las bases para mejorar el sistema de procuración e impartición de justicia en México.
Soy Gregorio Martínez… Más Allá de la Noticia… Nos vemos y nos escuchamos… Aquí en POSTA…