A AMLO lo idolatran, a Claudia la respetan
¿Cuál es la percepción que tienen los mexicanos sobre Sheinbaum en comparación con AMLO? Sofía Otero nos cuenta más.
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CIUDAD DE MÉXICO.- El 1 de octubre, Claudia Sheinbaum tomó posesión como la primera mujer en ser presidenta de México. Uno de los problemas que podría enfrentar es el culto a la figura de su antecesor, el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Me di cuenta de esto durante su evento en el Zócalo capitalino. Estaba rodeada de mercancía y pancartas obradoristas. A pesar de ser un día histórico, podría pensarse que se trataba de un mitin más del expresidente. Debo señalar que sí había algunos artículos de Claudia. La mayoría retomaban su figura reinterpretada como el logo de Barbie, pero también había muñecas y peluches algo perturbadores. Aunque el “amlito” es un símbolo icónico, no se ha creado una imagen homogénea de la presidenta.
Además, hay una clara diferencia entre lo que piensan las y los morenistas de AMLO y lo que opinan de Claudia Sheinbaum. Encuesté a cien personas. Al preguntarles palabras para describir al expresidente lo que más repitieron fue “honesto”, “el mejor”, “bueno”, “amor” y “visionario”. De Claudia lo que más dijeron fue “inteligente”, “estudiada”, “mujer” y “honesta”.
El 98% además me dijo que confían en que ella seguirá el proyecto de la 4T, al final, por eso le dieron su voto, para seguir lo que se venía haciendo, no para salirse de la línea. De hecho, les pregunté si hubieran preferido que AMLO se quedara seis años más en vez de Claudia, y el 71% me dijo que sí, totalmente. Sólo el 16% me dijo que no, argumentando que sería antidemocrático. Para el resto, eso no parecía ser una preocupación.
Me pareció desconcertante que aquel 1 de octubre, en una fecha histórica para las mujeres mexicanas, más que felicidad, gran parte de la población encuestada me reveló que se sentía triste. Era mayor su zozobra por la salida de López Obrador, que su emoción por la llegada de la presidenta. Puede entenderse porque para muchas personas, más que un presidente, AMLO se convirtió en un líder, alguien a quien legítimamente aman.
Eso explica las lágrimas derramadas en las plazas públicas y en el ámbito privado. Lxs seguidores de López Obrador le tienen una admiración que se ha tornado en idolatría.
Basta ver por ejemplo la entrevista que Manuel Pedrero le hizo a Julio Omar Gómez, el reportero que ganó la rifa del reloj del expresidente. Gómez, visiblemente conmovido dijo que el mayor regalo no había sido el reloj sino tener la oportunidad de abrazar a López Obrador, incluso “olerlo”. Esto no es normal.
Aunque Claudia es respetada en la 4T no posee ese nivel de amor e idolatríalgo, algo que me parece positivo. Me explico. Quienes hayan tenido una relación tóxica lo sabrán bien, a quién amamos, le perdonamos cuando no deberíamos. Así como quizás le perdonaste a tu ex que te puso el cuerno, al expresidente le perdonaron la destrucción de la selva maya. Así como a tu ex pudiste perdonarle que se le olvidara tu cumpleaños, al expresidente le perdonaron que minimizara la crisis de inseguridad y sus constantes ataques a la prensa.
Podría seguir y seguir con más ejemplos. El tiempo dirá si la presidenta Claudia Sheinbaum es capaz de construir un culto a su persona tal y como lo hizo López Obrador, o si por el contrario consolidará una base de seguidores que posean unos gramitos más de criterio.
Ver nota:
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