El PAN favorece privatización del Bosque de Chapultepec, ¿y los ambientalistas?

CIUDAD DE MÉXICO.- Así como indignó la destrucción de la selva para construir el mal llamado Tren Maya, debe indignar lo que está sucediendo con el Bosque de Chapultepec.

La 4T y sus simpatizantes han acusado en redes sociales y en el Congreso de la Ciudad de México que el Partido Acción Nacional (PAN) busca privatizar 4,830m² de Chapultepec que actualmente son considerados un área natural protegida. Esto para beneficiar a la inmobiliaria Trepi y así permitirles desarrollar un complejo de departamentos de lujo. El pleito no arrancó en días recientes, sino que se viene arrastrando desde hace 32 años.

En 1992 el gobierno del entonces Distrito Federal expropió el predio de Trepi situado en Apalaches 525, en la alcaldía Miguel Hidalgo. Las autoridades capitalinas designaron el área como una zona protegida, y la convirtieron en una extensión del Bosque de Chapultepec al que la ciudadanía puede acceder. La inmobiliaria no se quedó de brazos cruzados y emprendió una ola de litigios para recuperar el predio. Trepi argumenta que no se le dio una indemnización adecuada.

Aquí vale la pena hacer un pequeño paréntesis. No es anormal que las autoridades expropien terrenos a privados. Puede ocurrirte por ejemplo, si la propiedad que compraste en Quintana Roo resulta ser un sitio arqueológico maya. También podría sucederte si tu terrenito pasa por la ruta planeada para las vías de un tren de pasajeros que busca construir el gobierno. Aunque es frustrante, ocurre, y es responsabilidad de las autoridades indemnizar correctamente a las personas afectadas, pagarles un monto de dinero adecuado para tratar de compensar el daño. La inmobiliaria Trepi sostiene que este no fue su caso, y que por ello, jueces les han dado la razón.

El 31 de marzo de 2004 la Sala Superior del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal aprobó cambiar el uso de suelo del predio disputado para que no se considerara una zona natural protegida. A pesar de esta resolución, las autoridades capitalinas no han devuelto el terreno. De acuerdo a reportes de diversos medios pro-4T, Trepi también consiguió fallos a su favor en 2017 y 2020 emitidos por el entonces juez Juan Pablo Gómez Fierro. El jurista publicó un hilo en X deslindándose de estas decisiones.

La razón por la que el tema ahora está siendo discutido, es por lo que hizo la bancada del PAN en el congreso local el pasado 17 de octubre. Mandaron un documento dirigido a la diputada Martha Ávila Ventura, presidenta de la mesa directiva, para solicitar el cumplimiento de la resolución judicial que beneficia a la inmobiliaria Trepi.

La carta está firmada por las diputadas Daniela Ficela Álvarez Camacho, Laura Alejandra Álvarez Soto, Olivia Garza de los Santos, Frida Jimena Guillén Ortíz, Claudia Montes de Oca, Claudia Susana Pérez Romero, América Alejandra Rangel Lorenzana, Lizzette Salgado Viramontes; y los diputados Andrés Atayde Rubiolo, Diego Orlando Garrido López, Raul de Jesus Torres Guerrero, Andrés Sanchez Miranda, Mario Enrique Sánchez Flores, Ricardo Rubio Torres y Federico Chávez Semerena. Legisladores de la 4T (Morena, PT y PVEM) y de Movimiento Ciudadano se posicionaron en contra, asegurando que se opondrán a la privatización del Bosque de Chapultepec.

Dos cosas pueden ser ciertas a la vez: el Bosque de Chapultepec debe ser resguardado como un área para el disfrute de la ciudadanía no para la explotación de privados; y si Trepi no fue debidamente indemnizado, se le debe resarcir este daño.

El debate sobre la protección del bosque se ha desviado, siendo usado como una herramienta para atacar a figuras públicas que se posicionaron contra el Tren Maya y que ahora permanecen en silencio sobre lo que está ocurriendo con el pulmón verde de la Ciudad de México. Entre lxs señalados destacan participantes de la campaña “Sélvame del Tren” como Eugenio Derbéz, Omar Chaparro y Aislinn Derbez. Entiendo la crítica. Parece extraño que si estas figuras tenían tanto interés en proteger el medio ambiente, ahora no se posicionen. Si les indignó el Tren Maya, debe indignarles la posible privatización de El Bosque de Chapultepec. Este llamado también aplica en viceversa. Si representantes de la 4T y sus simpatizantes ahora han expresado su indignación por Chapultepec, no tiene sentido que ignoren el ecocidio que representó la construcción de la megaobra de López Obrador. Tantita coherencia. ¿Es mucho pedir? 

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