Guardia Nacional civil, otra promesa sin cumplir

CIUDAD DE MÉXICO.- En la misma semana en la que se cumplen diez años de la desaparición de los 43

estudiantes de Ayotzinapa, el Senado aprobó pasar la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional. Hay muchas acusaciones de militarización, y dudas sobre la reforma por lo que creo que es importante enfatizar algunos puntos que contempla.

Además de pasar la Guardia Nacional administrativamente a la SEDENA, la propuesta busca que todos los integrantes de la Guardia que provengan de la policía sean eliminados. Según datos del INEGI (2021), el 76.2% de los elementos de la Guardia Nacional provienen del Ejército y la Marina. La reforma hará que ahora todos vengan de una formación militar.

A pesar de ello, cumplirán funciones de seguridad pública que tendrían que ser de policías locales. En otras palabras, serán los que veremos patrullando en las calles.

El mayor riesgo que observo es que esta fuerza armada con la que se busca convivamos cotidianamente, tendrá fuero militar. Esto significa que si violan nuestros derechos, por ejemplo ejecutando detenciones arbitrarias, abusos o desapariciones forzadas, estarán protegidos por el sistema de justicia. Serán juzgados por jueces militares por los que la ciudadanía no podrá votar en las urnas. La reforma judicial no los contempla. Así que, de tener un juez corrupto que perdone abusos constantes de elementos de la Guardia Nacional, el pueblo no podrá removerlo del cargo.

Esto es alarmante. Pensemos en Ayotzinapa. El presidente ha repetido y repetido que el ejército no tuvo nada que ver en la desaparición de los 43, que más bien fueron policías locales. ¿Y ahora quienes cumplirán las funciones de policías locales? Elementos de la Guardia Nacional conformada por militares, protegidos con fuero.

Tengámoslo claro, la Guardia Nacional nació y murió como una promesa sin cumplir del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Ver nota:

Aprueban traspaso de la Guardia Nacional a la Sedena en el Senado