Hablemos del talento mexicano

CIUDAD DE MÉXICO.- Mientras aún estaba en el CONALEP, esa escuela a la que se le hacen tantísimos memes clasistas, Ángela Elena Olazarán Laureano creó un asistente médico virtual con IA llamado Ixtitlón, capaz de diagnosticar 21 enfermedades con base en una serie de preguntas.

Durante la pandemia, el asistente fue empleado por médicos de la zona de Papantla y sus alrededores y funciona en español y totonaco. Todo esto, que no es poca cosa, le valió el ser merecedora del Global Student Prize 2024, que la reconoce como la mejor estudiante del mundo por su aporte a la comunidad. Ángela tiene apenas 17 años y acaba de ingresar a la universidad.

Por otro lado, tenemos a Héctor Hernández Jiménez, estudiante del 2do semestre de Ingeniería Robótica Industrial en el IPN, quién desarrolló un guante que permite a personas sordomudas comunicarse con otras personas. Mediante sensores en el guante puede detectar las letras que se hacen con las manos y proyectarlas vía bluetooth en una pantalla LED. Y lo desarrolló con materiales de bajo costo, pues quiere que el proyecto ayude a comunicarse a la mayor cantidad de gente posible que lo necesite.

Apenas hace unos días Héctor fue el ganador de los Premios Dyson 2024 que buscaban premias a alguien que diseñara algo que resolviera un problema. Según palabras de Héctor se trata de “la tecnología al servicio de la humanidad”.

En México hay muchísimo talento y tenemos a muchas personas listas e inteligentes a quienes frecuentemente no volteamos a ver porque no son celebridades, no aparecen en la televisión o porque no son hijos de alguien conocido. Premiamos el espectáculo antes que otros muchos méritos, sin embargo sí hay talento en nuestro país y en América Latina y hay gente que merece más reconocimiento por los aportes que están haciendo aún cuando no dispongan de todos los recursos que sí se les brindan en otros territorios.

Mucha gente realmente lista y verdaderamente creativa no viene de las clases altas ni de escuelas privadas sino de escuelas públicas. La diferencia es que no cuentan con un contexto social y económico que les permita emprender o que su trabajo sea visible. Por esto importa que el estado haga una mayor inversión en educación, cultura, ciencia y arte al mismo tiempo que eliminar trámites burocráticos relacionados a estos ámbitos con tal de que la gente, la población, tenga más herramientas y le sea más fácil desarrollarse. Pero para esto también como sociedad tenemos que comprender el aporte de la educación, la cultura y la tecnología en nuestra sociedad.

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