La oposición se desmorona, ¿qué hay de nuevo?
Confrontaciones internas debilitan a la oposición mexicana. Marko Cortés enfrenta críticas dentro del PAN, y Alejandro Moreno busca cambiar estatutos del PRI para asegurar su reelección.
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CIUDAD DE MÉXICO.- La oposición política en México anda desmoronándose. Nada nuevo, pero en los últimos días a los integrantes del PRI y del PAN poco les ha importado hacer sus riñas internas más evidentes.
La tensión se elevó el martes 2 de julio cuando Javier Lozano, exsecretario del Trabajo de Felipe Calderón confrontó a Marko Cortés, en un programa del canal propagandístico Atypical Te Ve. Lozano le reclamó por quedarse en la dirigencia del PAN después de los negativos resultados electorales. Además, criticó que fuera Cortés quien encabezara la lista al Senado y hasta le dijo que era una cobardía negar que Genaro García Luna estuvo metido en el PAN aunque no fuera un integrante oficial del partido.
Marko se defendió con una gráfica engañosa (que posteriormente difundió en X) disque para probar los buenos resultados de Xóchitl, pero los datos en esa misma gráfica lo desmienten. Al PAN cada vez le ha ido peor. En 2012, Josefina Vázquez Mota le dio a Acción Nacional 12.7 millones de votos, el 25% de las preferencias en las urnas. Con Ricardo Anaya el porcentaje bajó a 17.6%, 9.9 millones de votos. En las últimas elecciones, Xóchitl en general sumó más apoyo que Anaya al obtener el 27.4% de las preferencias, pero de este porcentaje, sólo el 16.3% fue para el PAN, 9.8 millones de votos, un resultado desastroso que Marko es incapaz de reconocer.
Después de la riña en Atypical Te Ve, Felipe Calderón le dedicó varios tuits a Marko. Le dijo que era uno de los peores oradores del PAN y el dirigente que más daño le había hecho al partido. Hasta le sacó la repartición de plurinominales y notarías. En un intento por defenderse, Marko retomó su gráfica engañosa y acusó que Calderón pactó con Peña. Como si fuera poco, Cortés incluso le cuestionó al expresidente si él estaba enterado de los lazos de Genaro García Luna con el narcotráfico, o si por el contrario lo sabía y aprobaba. Sobra decirlo pero al dirigente del PAN no le es relevante que su partido esté claramente coludido con el narco, de ser así, hubiera retomado el tema antes. Lo que le importa es que ahora puede utilizar al exsecretario de Seguridad para aventarle la culpa de los desastrosos resultados electorales a Felipe Calderón.
En medio de este caos, el PRI y el PAN van a renovar sus dirigencias. El PAN tendrá la oportunidad de demostrar que es capaz de ejecutar un cambio interno con un perfil crítico como Damián Zepeda. También podrán reiterarnos su falta de agudeza política colocando en el cargo a un Jorge Romero cercano al actual líder. Ya veremos. Mientras que por absurdo que suene, en el PRI podrían reelegir a Alejandro Moreno. Aunque el partido actualmente no lo permite, en las mesas estatales propusieron cambiar el artículo 178 para que un dirigente pueda ser reelecto por tres periodos consecutivos. Esta desfachatez será analizada el domingo 7 de julio. Parece que Alito le está echando ganas para pasar a la historia como el sujeto que asesinó al PRI. ¿Héroe o villano?
Lo que continúa mostrando la oposición es una falta de autocrítica, esa que tanto decían que iban a tener. Y de seguir así, Morena no tendrá que preocuparse por contrapesos que necesitamos en una democracia. Recordemos: en la política todo es perfectible y el cuestionamiento es esencial. Si el PRIAN es incapaz de tomar el rol opositor, alguien más tendrá que hacerlo.
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