Detenidos dos presuntos responsables del asesinato de ciudadano indio en AICM
Detenidos dos sospechosos por el asesinato de ciudadano indio en Viaducto: Rocío Esmeralda y Kevin Gabriel arrestados en Ecatepec.
Por:Raúl Ramírez
CIUDAD DE MÉXICO.-La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), en colaboración con la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México y la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), lograron la detención de dos individuos presuntamente implicados en el asesinato de un ciudadano indio. Este trágico incidente tuvo lugar después de que la víctima cambió divisas en una casa de cambio dentro del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Los detenidos, identificados como Rocío Esmeralda y Kevin Gabriel, fueron aprehendidos en el municipio de Ecatepec como resultado de una operación conjunta entre las autoridades estatales y capitalinas. Ambos están siendo investigados por su presunta participación en el homicidio de un hombre que había acudido a cobrar su pensión en una sucursal en el municipio de Naucalpan.
Según los registros de investigación, las entrevistas recabadas en sede ministerial revelaron que Rocío Esmeralda y Kevin Gabriel formaban parte de una organización delictiva especializada en el robo a cuentahabientes y usuarios de casas de cambio. Su función dentro de esta organización consistía en vigilar a las víctimas previamente seleccionadas en las sucursales correspondientes.
En declaraciones iniciales ante las autoridades, ambos sospechosos admitieron su participación en los hechos que resultaron en el asesinato del ciudadano indio, identificado con las iniciales K.S. Según su confesión, la víctima fue seguida y posteriormente interceptada en el Viaducto de la Ciudad de México, donde perdió la vida. El motivo del crimen fue el dinero que previamente había cambiado por moneda extranjera en una casa de cambio ubicada en el interior del AICM.
Además, las investigaciones revelaron que este grupo delictivo tenía acceso remoto a las cámaras de videovigilancia de al menos dos casas de cambio. Utilizando información confidencial, como nombres de usuario y contraseñas, los delincuentes monitoreaban el interior de las casas de cambio, a los usuarios y las transacciones en curso. Esto les permitía seleccionar a sus víctimas y coordinar sus acciones de manera efectiva.