La tortilla tricolor, una creación que nació como un regalo hace 27 años

TOLUCA, Estado de México.- Hoy muchos ven como una novedad a la “tortilla tricolor”, pero pocos saben que ese alimento esta por cumplir 27 años de hacerse en una pequeña tortillería de Toluca, Estado de México y que su origen fue festejar a Jonathan Estrada, en su cumpleaños.

Cuando el cumplió 15 años es que nació la tortilla tricolor, le dijimos que como eres hombrecito, no se te puede hacer fiesta de 15 años y entonces le dijimos, como no puedes tener una fiesta, te vamos a regalar una tortilla y así nació la tortilla y todo lo que se vendió ese dia fue para el

María Dolores González ,  - Creadora de la tortilla tricolor.

El hijo de Joaquin y María Dolores tenia problemas digestivos y descubrieron que las tortillas tradicionales le hacían daño. Por eso buscaron a prueba y error, una fórmula que le permitiera comer tortillas, sin que le provocaran problemas.

Hoy en dia es común ver que se anuncian tortillas similares, que utilizan saborizantes y colorantes artificiales para crear ese efecto tricolor, pero en este negocio de la calle Felipe Villanueva, los colores son resultado de los sabores que se incorporan a la masa en una parte del proceso, que no nos fue revelada y que resulta ser el secreto de su éxito, pues ademas de la tortilla tricolor, tienen unos 500 sabores de tortillas que se hacen durante el año.

Nosotros fuimos realmente los reinventares de la tortilla, muchos se cuelgan el milagro de decir que son los inventores de la tortilla de nopal, de la tortilla de betabel

Joaquín Estrada,  - Creador de la tortilla tricolor .

Las hay de zanahoria, de papa y brócoli, combinaciones frutales de recetas secretas, con guayaba, amaranto, aguacate y hasta granola y con chocolate, que solo se hacen en la fiesta de Día de Muertos. Ninguna pierde su esencia como tortilla, pero son una enorme caricia a los sentidos, que sutilmente son engañados al degustar una de estas tortillas únicas en su clase.

Han venido de otros países, y que vengan directamente con nosotros y nos digan que somos los originales, es un gran orgullo

María Dolores González,  - Creadora de la tortilla tricolor.

Pero al paso del tiempo, también las desgracias aderezaron esta historia que alimenta a quienes conocen a esta familia, pues el niño aquel que motivó la creación de esta exquisitez, no pudo ver el triunfo que tuvo este alimento que nació del amor, pues a unos dias de cumplir los 15 años de hacerse esta tortilla fue asesinado en Guanajuato y derrumbó los sueños y las ganas de seguir adelante de estos padres, quienes también murieron un poco ese fatídico dia.

Devastados y sin ganas de continuar, su negocio estuvo al borde de la quiebra, no tenían ganas de volver a empezar y poco a poco sintieron ese impulso que les llegaba sin saber de donde, pero sentían que era su hijo impulsándolos de nuevo en esta aventura.

Hoy pueden decir que sus tortillas las consumen en Emiratos Árabes, las llevan con frecuencia a Paris y Alemania. Han sido complemento de banquetes en la embajada de México en Países Bajos y en ningún caso, se trata de exportaciones comerciales, sino de clientes que se llevan grandes cantidades de tortillas para congelarlas y consumir un pedacito de México de vez en cuando.

Nos las han querido quitar, nos las han querido piratear pero las recetas están en la cabeza. No están escritas. En su momento las vamos a dejar escritas ante notario, para la persona, el legado que les vamos a dejar

Joaquín Estrada ,  - Creador de la tortilla tricolor .

Lo que hoy teme esta familia, es que su invención y aprendizaje sobre el maíz, la masa y las tortillas, quede en el olvido porque no han podido hacer crecer este negocio. Varias veces han intentado asociarse con otras personas, pero finalmente los negocios no prosperan, pues los socios quieren quedarse con todo y eso no piensan permitirlo, ya que cuando se entiende el origen de las “nutritortillas”, se sabe lo valiosas que son y van mas allá de la moda de una tortilla con colores, que ademas de ser exquisita, nos traslada a la infancia en un segundo, cuando nos daban uno de esos círculos calientes, rellenos de unos granos de sal y apretados con el puño, haciendo la espera de comprar tus tortillas, un momento inolvidable.