Las novenas al Niño Dios en Navidad: Una costumbre en peligro
Según religiosos católicos, era la navidad una ocasión para que las familia se reúnan a rezarle al Niño Dios.
MÉRIDA, Yucatán.- Las novenas al divino Niño Dios, según él Presbítero Rafael Collí, es una costumbre católica que se ha estado perdiendo en estas épocas navideñas.
Rafael Collí dijo que hasta hace una década aproximadamente, era común mirar a multitudes reunidas el 25 de diciembre rezándole al divino niño.
Hoy son escasos los lugares en donde nos enteramos de que hacen novena al Niño Dios el 25 de diciembre. Ya se está perdiendo esta bonita costumbre católica que antes era motivo de fiesta
Rafael Collí, -
“En realidad se acostumbraba a hacer novenas al Niño Dios porque él 25 de diciembre, según nos enseñaron por la doctrina católica, es la fecha donde nuestro señor Jesucristo nació y esas novenas era como un festejo por su cumpleaños así como nosotros celebramos el nuestro” contó el Padre Rafael.
El presbítero comentó que en abril por la festividad del día del niño hay gente que también suele hacer novenarios al niño, pero eso no impide que en diciembre se realicen de igual manera. El presbítero comenta que por desgracia esto va a desaparecer si no se retoman
Las nuevas generaciones no saben como realizar un novenario
“Parte de la razón por la que está desapareciendo esta actividad cristiana, se debe a que las nuevas generaciones no tienen esta costumbre de organizar un novenario, tal como lo hacían nuestras abuelitas y abuelitos que por desgracia muchos de ellos ya pasaron a mejor vida y se llevaron con ellos estos detalles bonitos, al menos para los que amamos a la religión católica” puntualizó el Padre Collí.
Ojalá que los creyentes puedan retomar este verdadero sentido de la Navidad. En lo personal invito a que lo hagan. Que encuentren la verdadera razón de festejar Navidad. No solo por los regalos y eso. Que celebren el nacimiento ese es el verdadero sentido navideño
Rafael Collí, -
¿Qué es un novenario?
La novena, es un ejercicio de devoción que se practica durante nueve días para obtener alguna gracia o pedir por una determinada intención. Puede estar dedicada a Cristo mismo en alguna advocación, o a algún santo canonizado cuya intercesión es más poderosa ante Dios, debido a los méritos logrados durante su vida.