Motociclista sobrevive a accidente que lo dejó debajo de autobús en CDMX

CUAUHTÉMOC, Ciudad de México.- Conocí a Juan (aunque sospecho que ese no era su nombre verdadero) en un momento inoportuno. Él estaba debajo de un autobús con su pierna izquierda prensada con la motocicleta que tripulaba y en la que fue embestido al pasarse el alto en el cruce de Calzada de Guadalupe y Circuito Interior, alcaldía Cuauhtémoc.

“Me agarró de lado, o sea iba pasando y me llevó” Juan, motociclista atropellado.

Llovía con fuerza, la circulación estaba detenida por el choque y porque unas 6 personas tratábamos de sacarlo de ahí. Todo mundo tenía una idea de cómo hacerlo, pero ninguna funcionaba. Un intento más y logramos lo que parecía imposible y Juan, junto con su motocicleta, estaban a salvo. El mismo joven empujó su moto hacia la acera, la alarma sonaba sin descanso y entre el caos, otros voluntarios llevaban las piezas de su vehículo que por el impacto salieron volando y quedaron esparcidas en la vía.

Fuimos testigos y al mismo tiempo partícipes de un milagro. Ya a salvo, Juan admite que sin querer se pasó el alto, ya que miraba el semáforo que está del otro lado de la vía en lugar del suyo, se confundió. Ese instante le hizo creer que tenia el “siga” y comenzó a rodar. En un segundo se dio cuenta que se equivocó y fue impactado por el autobús, el se quedó prensado.

El impacto ocurrió la tarde de este domingo, mientras un aguacero caía en gran parte del centro y norte de la ciudad. Para cuando patrullas y ambulancias llegaron ya todo había terminado. El tránsito empezaba a normalizarse y los uniformados llegaron a agilizar el tránsito.

-¿Aprendiste algo hoy? Le pregunté, sí , claro, respondió.

Un estudio reciente de la secretaría de movilidad de la Ciudad de México (SEMOVI), señala que las motocicletas están presentes en la mitad de los accidentes que ocurren en la capital mexicana y personas como Juan, muchas veces resultan heridas o hasta pierden la vida en percances como el que protagonizó.

Por esta ocasión, el joven quien milagrosamente salió ileso del accidente, podrá seguir su camino sin consecuencias. El sabe que recibió una nueva oportunidad de vida y piensa aprovecharla al máximo. Yo después de lo qué pasó me subí a la motocicleta y seguí con mi camino sintiéndome un poquito diferente, un poco de nervios, algo de adrenalina, también miedo y mis sentidos se agudizaron. Porque momentos así te marcan, pero también te dan ese apapacho al corazón que te hace creer que no todo está perdido y ver a tantas personas luchando por salvar una vida, te da un nuevo impulso para vivir.