¿Te muerdes las uñas? Checa por qué es un hábito que deberías abandonar
El estrés y la onicofagia: Un problema de salud a atender en cualquier etapa de la vida.
SALTILLO, Coahuila. - Es bien sabido que el estrés, constante, compañero en la vida moderna, puede desencadenar una serie de comportamientos y manías en las personas.
Una de las más comunes es la onicofagia, conocida popularmente como el hábito de morderse las uñas. Este comportamiento, aunque a veces es solo una mala costumbre, puede ser síntoma de problemas de ansiedad más profundos que requieren atención psicológica.
La onicofagia, derivada del griego onyx (uña) y phagein (comer), es la acción de morderse las uñas con los dientes, causando daños no solo en las uñas sino también en los dedos y los dientes. Esta práctica puede llevar a infecciones y a una apariencia poco atractiva de las manos.
¿Consecuencias de morderse las uñas?
En casos leves, las consecuencias de morderse las uñas son principalmente estéticas, resultando en un aspecto descuidado. Sin embargo, en situaciones más severas, las uñas pueden sufrir daños significativos, llevando a varias complicaciones:
- Lesiones en las cutículas: Las cutículas pueden resultar dañadas y doloridas.
- Deformación de las uñas: El hábito puede alterar la forma natural de las uñas.
- Paroniquia: Esta es una infección en la piel alrededor de las uñas, que puede volverse crónica.
- Complicaciones dentales y de la articulación temporomandibular: El constante uso de los dientes para morder las uñas puede llevar a problemas dentales y en la mandíbula.
- Malestar psicológico: Muchas personas sienten vergüenza por la apariencia de sus uñas, lo que puede afectar su autoestima y ser severamente juzgado socialmente.
De acuerdo con la UNAM, se dice que este hábito deriva dos condiciones: la primera llamada onicofagia para quienes muerden las uñas y onicotilomanía, para quienes suelen masticar los pellejos de los dedos.
Asimismo, la universidad refirió que estas condiciones se ligan al estrés y pueden presentarse durante cualquier etapa, desde la infancia hasta la adultez.
En resumen, aunque puede parecer un hábito inofensivo, la onicofagia puede tener múltiples repercusiones tanto físicas como psicológicas. Abordar este problema con seriedad y buscar apoyo profesional es crucial para aquellos que luchan por dejar de morderse las uñas y mejorar su bienestar general.
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