Estuvieron dragando lo que corresponde pues al paso del arroyo que se conecta al arroyo las Cristalinas, con la presa La Boca, sin embargo, lo hicieron sin permiso de la Comisión Nacional del Agua. Los propietarios ya se acercaron para pedir el permiso de construcción correspondiente que es lo que le compete al Gobierno de Santiago, por supuesto tiene que pagar la sanción, y regularizar su permiso de construcción, la multa asciende de las 100 a 200 umas, que es aproximadamente 180 mil pesos, o 17 mil pesos la mínima
En la década de los años sesenta la presa fue puesta en operación y a lo largo de 62 años lo que alguna vez fuera tierra se convirtió en arena.
Además de las embarcaciones varadas, pueden divisarse en el sitio bolsas de plástico viejas latas de cerveza, señuelos plásticos para pescar peces y muchas llantas viejas.
También han sido localizadas embarcaciones que por muchos años se encontraban hundidas, en algunos casos destruidas no por el agua pues en algunas puede observarse que fueron quemadas para después ser arrojadas al agua.
Ahora en este lugar acuden diariamente máquinas para trabajar en la limpieza, sin embargo, los habitantes tienen la esperanza de un milagro que traiga fuertes lluvias para que la presa tenga buenos niveles de agua y que de nueva cuenta cobre vida el paraje turístico favorito de los regiomontanos.