Joven realiza tatuaje mientras se avienta del paracaídas
Omar Mendoza conocido como “Omi Debua” realizó tatuaje significativo a instructor de paracaidismo a 10 mil pies de altura.
En entrevista para POSTA, el artista que radica en Nuevo León comentó que la atrevida idea surgió en su estudio de tatuajes INK Mansion, junto a su amigo Eduardo Young.
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Omi se aventuró a vivir el salto en tándem, es decir, enganchado al instructor, Ángel Ramírez, por lo que en una pequeña bolsa que se colocó en el pecho, guardó las herramientas necesarias para lograrlo.
"Es una máquina inalámbrica, antes no se podía hacer esto, era a fuerzas cables, traigo toallas para limpiar y lo importante, la aguja que viene esterilizada, esta se abre arriba, también algo muy importante que yo mismo empaqué son las caps donde va la tinta, guardé varias acá, guardé dentro del guante, por si en dado caso la tinta del cartucho se llegara a salir, pues perforo mi guante y agarro de esta tinta y en el aire, sobres".
Antes de la hazaña, los instructores de paracaidismo de Sky Dive Monterrey Aeropingui, Víctor Superlano y Ángel Ramírez, comentaron que nunca antes habían vivido algo parecido.
"Es la primera vez que hago esta locura, pero está chido, muy padre porque es salirse de lo cotidiano, de lo habitual que alguien diga voy a tatuar a alguien en caída libre se me hace ok, está chido. Es algo diferente a lo que he visto en mi carrera de paracaidista", dijo Ángel.
"La mejor idea que he escuchado por acá, hay muchas personas que la traen y Omar se las ganó, por eso cuando me contó le dije tiene que ser ya porque hay personas que traen esa idea”, agregó Víctor.
Luego de recibir las indicaciones, Omi se colocó el equipo necesario para subir a la avioneta que lo llevaría a las alturas para lograr su objetivo.
Finalmente, y tras aproximadamente 20 minutos de vuelo, el tatuador aterrizó con la adrenalina a tope, pues cumplió su cometido.
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Ángel, quien es paracaidista desde hace 7 años, dijo que la locura de Omi se logró debido a la concentración que tuvo antes y durante la realización del tatuaje.
"Al momento que se abrió el paracaídas, le dije, ya ráyame, y me puso la inicial del nombre de mi hija. Romina. Es algo innovador, nuevo. No fue tan arriesgado, pero fue emocionante, todo lo que hicimos en caída libre fue en cuestión de segundos”, explicó.
Omi Debua tiene 33 años de edad e inició en el mundo de los tatuajes desde hace 13 años, por lo que cuenta con una trayectoria profesional importante.
Sin duda dicha aventura fue única e inigualable y deja comprobado que el cielo, es el límite.