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Al cuerpo lo que es del cuerpo

Siempre he dicho que somos el resultado de lo que consumimos. Aquello que le damos a nuestro cuerpo, mente y alma.

Por:CLARA VILLARREAL

¿Te atreves a dárselo?

Siempre he dicho que somos el resultado de lo que consumimos. Aquello que le damos a nuestro cuerpo, mente y alma. Consumimos las series de televisión que nos entretienen, las interacciones en redes sociales, los videos sin sentido que nos hacen pasar horas en el celular y hasta los chismes que nos rebotan y nos dejan pensando si será cierto o no lo que oímos. Todo lo que permitimos que llegue a nosotros tiene un impacto en nuestro ser, ya sea para alimentarlo o deteriorarlo.

Sin embargo, nunca había hablado de lo más primordial que consumimos diariamente, lo primero que nos enseñan nuestros padres y que a veces hacemos en un gesto automático sin pensar mucho más que en saciar la urgencia del cuerpo. Hablo de los alimentos, de comer, de nutrirnos (o intoxicarnos) a través de lo que ingerimos.

Estamos en una época de cambio. Tomando como base la astrología, Fernando mi maestro, nos hizo conscientes que el pasado 8 de agosto fue el punto máximo de una fecha muy esperada donde se abrió el portal de la puerta del León coincidiendo con una luna nueva, siendo esta fecha especial para las manifestaciones personales y días de profundo cambio trayendo sobre nosotros una energía poderosa y transformadora, y aunque no conozco la profundidad de la astrología siento mucho respeto e interés en el tema. Dicho esto, cuando hablamos de “cambiar”, nos imaginamos un cambio en lo inmediato: un celular nuevo, un coche modelo mas actual, un corte de cabello espectacular. Quizá estirando un poco más la liga pensamos en un cambio en nuestro trabajo o hasta un cambio de pareja. Pero sabemos muy bien que todos las cambios, para que sean efectivos, empiezan en el interior. Así, nuestras ideas, perspectivas y sentimientos cobran relevancia. En una época en la que nos estamos enfermando física, mental, emocional y hasta socialmente, ¿por qué no empezamos reflexionando sobre lo que comemos para generar un cambio en nuestro cuerpo?

Aprovechando este impulso y la revolución que estoy llevando a cabo para conmigo misma, decidí cambiar mi alimentación por una más sana, con mayor porcentaje de alimentos naturales, más frutas y muchas más verduras. Así fue como di con un curso de trofología.

Trofología es el estudio que se encarga de la correcta selección, combinación y preparación de los alimentos basados en plantas para que nuestro organismo se encuentre en un estado óptimo, se mantenga bien nutrido, es decir tenga una alimentación saludable y balanceada. En el curso de cuatro días que tomamos mi familia y yo con Luna de la O, de la Organización de Donnato de la O, comprendimos sobre este tipo de alimentación y nos indicaron que, cuando llevamos bien esta disciplina, los alimentos se vuelven la cura de los malestares de nuestro cuerpo. Esto es, la comida no solo nos nutre si no que nos alivia de nuestras enfermedades y esto es algo que ignoramos.

Un día antes del curso compramos todos los alimentos que íbamos a requerir para cada receta, un amigo de la familia llegó a la casa y se le antojó uno de los piloncillos que teníamos sobre la barra de la cocina, le dije que no lo comiera porque debía cuidar su azúcar. Mi amigo me dio la razón. Nos sentamos a hablar sobre las dietas y el cuidado de salud y fue entonces cuando me comentó que tenía una deficiencia de hierro y que había salido con anemia en sus estudios. Al día siguiente, cuando Luna inició la clase lo primero que dijo fue: “haremos miel de piloncillo, el piloncillo es rico en hierro y muy recomendado para quienes tienen anemia”

¡El chiste se cuenta solo! Aprendí mi lección, ignoramos tantas cosas.
El cuerpo es sabio y nos va guiando hacia lo que necesitamos, pero debemos ser capaces que escucharlo.

¡Atrévete a escuchar tu cuerpo y dale lo que en verdad necesita!

Twitter: @claravillarreal 

contacto@claravillarreal.com 

https://www.youtube.com/watch?v=OYGAUY8SpEY

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