El mundo que estamos construyendo
CIUDAD DE MÉXICO.- ¿Cuáles son los valores que se promueven actualmente? Y sé que la pregunta puede sonar muy moralista sin embargo pienso continuamente en cuáles son los valores o ideales bajo los que se construyen las sociedades en la actualidad. ¿Quiénes son las figuras que sirven como inspiración?
¿Cuál es la meta que personas jóvenes sueñan con alcanzar? ¿Con qué fantasean si el mundo actual parece diseñado para ver el dinero como el fin último sin importar el cómo seas como persona?
Las portadas las han ido ocupando techboys preocupados por parecer cada vez más masculinos mientras denuncian el “virus woke” y cada vez son más los jóvenes que atienden los mensajes desproporcionados sobre el cómo ser hombre y actuar con las mujeres venidos de voces como la Andrew Tate, Peter Jordan o El Temach ¿Qué y cómo lo estamos construyendo?
Y si bien todo esto no es nuevo sino que lleva años construyéndose, parece apropiado hablar nuevamente sobre todo esto a razón de lo que está sucediendo por todo el mundo con las protestas contra Tesla y claro las declaraciones de Musk al respecto, pero también a razón una miniserie que ha sensibilizado a muchos espectadores en días recientes: Adolescencia, un relato sobre un crimen cometido por un niño de 13 años donde se explora no sólo las razones detrás del qué puede impulsar a un niño a cometer un crimen sino también el contexto en que su vida se desarrolla: la escuela, la familia, las redes sociales.
Sin dar spoilers: En uno de los episodios, bastante emotivos, los creadores de la serie se detienen a representar lo que queda en la familia del niño que cometió el crimen, una familia que parece normal con una madre y un padre preocupados por la educación de sus hijos y que ahora no dejan de preocuparse y de culparse sobre qué es aquello que hicieron mal.
En un diálogo se escucha al padre lamentarse y decir que ya no basta con tener a los hijos en casa y saber que están en su habitación porque aún estando en casa pueden estar consumiendo contenidos nocivos o radicales en sus teléfonos.
Una abrumadora realidad que aunque seguro ya preocupa a muchas madres y padres de familia, nos debería de preocupar a todos. ¿Cómo hacer de este mundo y de internet un mejor lugar?