Síguenos

Para la 4T el fin sí justifica los medios


Por:Sofia Otero

CIUDAD DE MÉXICO.- El expanista Miguel Ángel Yunes Márquez se afilió a Morena este martes 18 de febrero. Fotografías lo plasmaron muy sonriente al lado de Adán Augusto López, Coordinador de Morena en la cámara alta; y Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva del Senado. Es difícil imaginarse una escena más incongruente. 

Recordemos quién es el senador Yunes Márquez. Llegó al Senado con el PAN, pero se convirtió en el voto decisivo para aprobar la reforma al Poder Judicial impulsada por la 4T. Desde entonces, Acción Nacional lo sacó del partido, y él se ha mantenido fiel a los intereses de la mayoría legislativa. Esta supuesta “iluminación” repentina le ha traído varios beneficios. La orden de aprehensión en su contra desapareció como por arte de magia. Y como si fuera poco, lo designaron presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado. ¡Qué coincidencias! 

Morena le abrió las puertas al expanista, aunque la familia Yunes es conocida en Veracruz como símbolo de nepotismo y corrupción. Específicamente Miguel Ángel Yunes Márquez fue investigado por falsificación de documentos. Los habría presentado en 2021 al tratar de conseguir la candidatura para alcalde del Puerto de Veracruz. Aunque no obtuvo el puesto, se quedó su esposa Patricia Lobeira Rodríguez, que también tiene cola que le pisen. Ha sido señalada de peculado. Según la gobernadora de Veracruz, la morenista Rocío Nahle, ella incluso tiene pruebas de que Yunes Márquez está implicado en “lavado de dinero y otros delitos”. Las acusaciones por actividades delictivas parecen ser una tradición familiar. El papá del senador, Miguel Ángel Yunes Linares, que actualmente es su suplente en el Senado, también tiene una reputación asquerosamente manchada. Ha sido ligado con Kamel Nacif y Jean Succar Kuri, cabezas de una red de pederastía expuesta por la periodista Lydia Cacho en su libro “Los demonios del Edén”. Además, el propio expresidente Andrés Manuel López Obrador lo acusó de enriquecimiento ilícito en 2017

Pero Yunes Márquez no es el único perfil apestado recientemente afiliado a Morena. Otro más es Alejandro Murat, exgobernador de Oaxaca con el PRI. Aunque apenas se unió formalmente al partido, ya era senador por Morena. Esto a pesar de las múltiples acusaciones de corrupción en su contra. Se ha señalado su implicación en una red de corrupción con sede en España.

Las investigaciones en el “Caso Koldo” apuntan a que Murat habría adjudicado contratos públicos de forma fraudulenta cuando era gobernador. Además, presentó irregularidades como titular del Infonavit, que encabezó en el gobierno del priísta Enrique Peña Nieto, de 2012 a 2015. Octavio Oropeza, actual Director del instituto expuso la evidencia en la conferencia mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum, el miércoles 18 de diciembre de 2024. Aseguró que en 2014, cuando Murat era el director del Infonavit, se le dio un contrato de 100 millones de pesos a la empresa Telra Realty. El servicio nunca se entregó, y para peor, terminaron indemnizando a la compañía con 5 mil millones de pesos. 

Integrar a perfiles de dudosa procedencia parece ser el modus operandi. No por nada, ahora se pinta de guinda el líder sindical Pedro Haces Barba, afiliado al PRI desde 1981. Actualmente es diputado federal por Morena, a pesar de fundamentalmente incumplir los principios de la 4T. Cuando no lo vemos en un helicóptero, está pidiendo licencia para irse al Super Bowl, o haciendo pachangas en su mansión que renta hasta por 150 mil pesos para eventos. Otro más es Jorge Luis Lavalle Maury, expanista designado como secretario de Desarrollo Económico en el gabinete de Layda Sansores, gobernadora morenista de Campeche. Lavalle ha sido acusado de lavado de dinero y está implicado en el caso Odebrecht. Lo investigaron por aceptar sobornos para aprobar la reforma energética de Peña Nieto. Estuvo en prisión, y cuando posó junto a Sansores por la llegada a su nuevo cargo, todavía traía un brazalete de monitoreo. 

Morena ha integrado a estos reprobables perfiles para consolidarse como el partido hegemónico. El precio ha sido dañar su imagen como el bando “anticorrupción”, que la verdad, no les ha salido tan caro. La recepción ante la inclusión de Yunes Márquez ha sido distinta a lo que habíamos visto antes. Aunque por ejemplo, con otro expanista en sus filas, Javier Corral Jurado, actual senador y exgobernador de Chihuahua —acusado de corrupción y peculado— han podido argumentar que se enfrenta a denuncias politizadas, lo de Yunes Márquez es indefendible. De entrada porque las acusaciones vienen precisamente de Morena. La afiliación al partido parece el último regalito otorgado por someterse a los intereses de la 4T. Recordemos, aunque el proyecto de la presidenta Claudia Sheinbaum arrasó en las urnas, los votos no fueron suficientes para consolidar el tan codiciado Plan C. Para lograrlo fue necesario doblegar a un par de chapulines perredistas, y conseguir la lealtad de los Yunes. 

Tal parece que para Morena, el fin justifica los medios. Es maquiavélico, pero se vale. Mínimo deberían tener la decencia de aceptarlo tal cual es, especialmente si tanto pregonan la honestidad. 

Síguenos en Google News

Miguel Angel YunesMorena