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Atención Ciudadana Nuevo León: ¿Qué porcentaje de llamadas al 911 son falsas?

Nuevo León enfrenta un alto volumen de llamadas falsas al 911

Por: Alejandro Villaseñor

MONTERREY, Nuevo León.- Durante el primer semestre de 2024, Nuevo León enfrentó un serio problema de llamadas falsas al número de emergencia 911, según datos de la Estadística Nacional del Número de Atención de Llamadas de Emergencia. En total, se registraron un millón 653 mil 160 llamadas al 911, de las cuales el 70% resultaron ser falsas, representando un total de un millón 123 mil llamadas.

¿Un promedio de casi 7 mil llamadas falsas por día?

El volumen de llamadas falsas en Nuevo León es tan elevado que, en promedio, se registran 6 mil 300 atenciones fraudulentas por día. Este tipo de conductas no solo genera un desgaste innecesario en las instituciones responsables de la atención de emergencias, sino que también pone en riesgo la seguridad de quienes realmente requieren ayuda urgente. Las llamadas falsas incluyen desde bromas y falsedad de datos, hasta llamadas mudas, insultos a la autoridad o incluso información incompleta que no amerita intervención.

Esta preocupante cifra pone de manifiesto un creciente desafío en la entidad, que impacta negativamente en la eficiencia de los servicios de emergencia y en la labor de las autoridades encargadas de atender situaciones críticas. Es fundamental que la población tome conciencia sobre la importancia de utilizar el número de emergencia de manera responsable y solo en casos reales de urgencia.

  


¿El impacto de las llamadas falsas?

Una de las preocupaciones más graves que ha generado el elevado número de llamadas improcedentes es el desvío de recursos destinados a emergencias reales. Según las autoridades, las llamadas falsas no solo consumen tiempo y esfuerzo de los operadores, sino que también desvían la atención de los servicios de emergencia hacia situaciones que no representan un riesgo real para la población. Esta situación podría estar contribuyendo a una ineficiencia en la respuesta ante emergencias auténticas.

Por si fuera poco, se ha señalado que los grupos criminales están comenzando a aprovechar este canal de emergencia para desviar la atención de las autoridades y crear caos. Las llamadas falsas se están utilizando como una estrategia para saturar las líneas de atención y reducir la capacidad de respuesta ante situaciones de criminalidad.

Las llamadas falsas no solo desperdician recursos y tiempo de las autoridades, sino que también ponen en riesgo la vida de personas que realmente necesitan ayuda. Es necesario implementar medidas para combatir este problema y garantizar que el servicio de emergencia pueda responder de manera efectiva a situaciones de verdadera urgencia.

¿El impacto económico de las llamadas falsas?

A nivel económico, el costo de atender este tipo de llamadas falsas es significativo. En lo que va del año 2024, se estima que el gasto generado por las atenciones a llamadas apócrifas podría ascender a 45 millones de pesos solo en Nuevo León. 

¿Una problemática a nivel nacional?

Nuevo León no es el único estado con un alto número de llamadas improcedentes. A nivel nacional, el Estado de México, la Ciudad de México, Jalisco, Veracruz y Guanajuato ocupan los primeros lugares en cuanto a llamadas falsas al 911. Aunque Nuevo León ocupa el sexto lugar en este ranking, la situación es igualmente preocupante, considerando que los recursos para atender emergencias son limitados.

Este problema ha generado un debate sobre las medidas a implementar para sancionar este tipo de conductas, así como sobre la necesidad de campañas de concientización para la ciudadanía acerca de la importancia de utilizar el número de emergencia de manera responsable.

El alto número de llamadas falsas al 911 en Nuevo León pone en evidencia la necesidad urgente de mejorar el control y la regulación de este servicio. Además, es fundamental que tanto las autoridades como la sociedad civil trabajen juntos para reducir las llamadas apócrifas, ya que el abuso de este servicio no solo representa una pérdida económica, sino también un riesgo para la seguridad de la población. Solo a través de la colaboración y el respeto a las normas se podrá garantizar que el número de emergencia sea utilizado correctamente para salvar vidas y atender situaciones realmente urgentes.


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