Presta atención a la salud mental, la depresión estacional es real
El trastorno afectivo estacional o depresión estacional o depresión de invierno es un tipo de depresión que va y viene con las estaciones, pero es importante que quienes la padecen reciban atención.
SAN PEDRO GARZA GARCÍA, Nuevo León.- El trastorno afectivo estacional es una forma de depresión que afecta a muchas personas y que está relacionado con los cambios estacionales.
Por lo general, este trastorno comienza en otoño e invierno y desaparece en primavera y verano.
Sin embargo, hay casos menos comunes en los que los síntomas se presentan en primavera o verano.
Este trastorno es más frecuente en mujeres, jóvenes y aquellos que viven en áreas alejadas del ecuador, ya que las personas que viven en países en los cuales la duración de la noche es mayor y se presentan pocas horas de sol, tienen mayor riesgo de presentar este trastorno; lo anterior se ha asociado con la melatonina que es una hormona que se encuentra de forma natural en nuestro cuerpo e interviene directamente en el ciclo del sueño.
Además, las personas que tienen antecedentes familiares de depresión tienen más probabilidades de sufrirlo.
Aunque las causas exactas del trastorno no se conocen, los investigadores han encontrado que hay un desequilibrio de serotonina, un químico cerebral que afecta el estado de ánimo, en aquellos que lo padecen.
También se ha observado que producen demasiada melatonina, una hormona reguladora del sueño, y no suficiente vitamina D.
El tratamiento principal para el trastorno afectivo estacional es la terapia de luz, conocida como fototerapia. Consiste en exponerse diariamente a una luz artificial brillante para reemplazar la luz solar que se pierde durante los meses de otoño e invierno.
Sin embargo, se estima que casi la mitad de las personas con este trastorno no responden adecuadamente a la terapia de luz sola. En estos casos, los médicos pueden recetar antidepresivos y recomendar terapia de conversación para reducir los síntomas del trastorno.
Síntomas de la depresión estacional
- Tristeza
- Perspectiva sombría
- Sentimientos de desesperanza, pesimismo e irritación
- Pérdida de interés en actividades que antes solía disfrutar
- Poca energía
- Dificultad para dormir o dormir demasiado
- Deseos de comer carbohidratos y aumento de peso
- Pensamientos de muerte o suicidio
Según estudios, el 70 por ciento de las personas diagnosticadas con TAE vuelven a padecerlo al año siguiente, por lo que la prevención se vuelve crucial.
Para evitar el TAE, es importante reforzar ciertos hábitos saludables en el momento adecuado. Dormir bien, evitar el uso de pantallas por la noche, dar paseos al aire libre, exponerse a la luz natural, comer una dieta equilibrada y tener un buen entorno social pueden resultar de gran ayuda.
Sin embargo, si los síntomas del TAE empeoran, es recomendable acudir a un equipo sanitario de referencia para recibir un diagnóstico adecuado y determinar el tratamiento necesario.
A diferencia de otras patologías, el Trastorno Afectivo Estacional tiene cura, por lo que reconocerlo a tiempo y buscar la ayuda de profesionales de la salud acreditados es fundamental tanto para paliarlo como para evitar sufrirlo en el futuro.
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