8M: Las mujeres toman las palas para buscar a sus desaparecidos en Tamaulipas

CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- El asesinato de su hija Karen Salinas Rodríguez, con apenas 16 años, en San Fernando, Tamaulipas, en 2017, le cambió la vida a su madre Miriam Rodríguez.

Luego de rescatar los restos que quedaban de su cuerpo, comenzó a rastrear a los responsables del secuestro y asesinato de su hija.

Como no sería un objetivo fácil de conseguir, Miriam se transformó en otra persona: cambió su apariencia física, consiguió algunas identificaciones falsas, se compró un arma y hasta se inventó puestos de trabajo falsos.

Uno de ellos fue como encuestadora, el cual le permitió tocar las puertas de cada casa de San Fernando y obtener los perfiles de los integrantes de las familias.

Tras años de arduo trabajo, consiguió información que le permitió encerrar a los 10 responsables de la muerte de su hija en la cárcel.

Algunos habían continuado con su vida normal, como si no pesara sobre ellos el asesinato de la joven. Uno se había convertido a la fe cristiana, otro más se dedicaba a ser taxista y el tercero vendía coches.

Miriam Rodríguez, nacida el 5 de febrero de 1960 en San Fernando, tenía un carácter recio que le favoreció para exigir justicia por el asesinato de su hija y para arropar a otras familias víctimas de la delincuencia y de la impunidad imperante en el municipio, que estaban silenciadas.

Miriam Rodríguez fundó en el 2014 el Colectivo de Desaparecidos de San Fernando y posteriormente se unió a otros grupos para crear la Comunidad Ciudadana en Búsqueda de Desaparecidos en Tamaulipas. Tres años duró su activismo.

Pero la violencia también alcanzó a Miriam. El Día de las Madres, el 10 de mayo de 2017, le atacaron al salir de su casa. Fue asesinada de 10 balazos por arma de fuego.

Su asesinato provocó la indignación de los tamaulipecos, pues Miriam había solicitado protección al Gobierno de Tamaulipas, a la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas (FGJ) y a la Secretaría de Seguridad Pública (SSG), pero las autoridades se la negaron.

Actualmente, su caso sigue siendo motivo de indignación para los mexicanos y ejemplo del trabajo de los colectivos de búsqueda.

¿Cómo nacieron los colectivos de búsqueda en Tamaulipas?

La desaparición forzada de personas ha provocado una crisis humanitaria en Tamaulipas.

De acuerdo al Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas del Gobierno Federal, una base elaborada por el gobierno federal que ha sido criticada por especialistas por errores en los registros, arroja que 22,470 personas se encuentran como desaparecidas y no localizadas en Tamaulipas en los últimos 70 años.

Del total registrado, 15,575 fueron identificados como hombres; 6,874 como mujeres y 21, como indeterminados.

La falta de respuesta del gobierno a las madres de las víctimas de desaparición forzada propició la creación de los colectivos de búsqueda, los cuales están integrados principalmente por mujeres: madres, esposas, hijas y hermanas, quienes fueron obligadas a abandonar su vida familiar y laboral para dedicarse a rastrear huesos.

Aunque en Tamaulipas no se cuenta con un numero exacto de cuantos colectivos de búsqueda de personas, en el país se estima que hay alrededor de 60 colectivos conformados por familias de personas desaparecidas, según el Movimiento por Nuestros Desaparecidos.

De acuerdo con el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México, se estima que en el país hay alrededor de 200 colectivos de búsqueda conformados por familias con integrantes desaparecidos. Asimismo, datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO).

En el Estado se tiene registro de estos colectivos desde el 2012, siendo de los casos más conocidos el de Edith Pérez maestra de Tamuín, San Luís Potosí, pero buscaba a sus hijos Alexis y José Arturo Dominguez Pérez, de entonces 16 y 20 años; su sobrina Milynali Piña Pérez, de 13, su sobrino Aldo Pérez Salazar, de 20, y su hermano Ignacio Pérez Rodriguez, de 54 años.

Que desaparecieron un 14 de agosto del 2012, cuando regresaban de Houston, Texas perdiendo comunicación con ellos en Ciudad Mante, Tamaulipas.

También en el 2012 Miriam Rodriguez dio inicio a la búsqueda de su hija desaparecidas en el municipio de San Fernando, Tamaulipas.

En el 2010 en  Tamaulipas ocurrió uno de los hechos más sangrientos en la historia del estado y del país, siendo el primer campo de extermino en el estado.

De acuerdo a la información de la Fiscalía General de la República, 72 migrantes fueron masacrados presuntamente por integrantes del crimen organizado, en el municipio de San Fernando, entre ellos 58 hombres y 14 mujeres, provenientes de Guatemala, Honduras, El Salvador, Brasil, India y Ecuador.

Según la investigación de la FGR, las víctimas fueron localizadas en una bodega abandonada de San Fernando, tras ser asesinadas.

En el estado hay otros campos de exterminio conocidos como como Abasolo, Mante, El Papalote (Ciudad Alemán) y La Bartolina (Matamoros).

La Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) detalló que, en el 2017 al 2021 recuperaron al menos 500 kilogramos de restos óseos calcinados en la Bartolina en Matamoros, ubica a unos 12 kilómetros de Brownsville, Texas.

Este campo de extermino fue localizado por El colectivo Madres Unidas por Nuestros Hijos San Fernando, integrado en el 2016, desde su inicio han ayudado al menos a 300 familias para buscar a sus desaparecidos.

Nueve años después, en 2021, se estima que los grupos de búsqueda, liderados en su mayoría por mujeres, han localizado al menos 57 campos de exterminio a lo largo del territorio estatal.

¿Cómo nace el Colectivo Amor por los Desaparecidos?

El viaje que emprendió Don Filiberto Luna Rivas, un hombre de la tercera edad, de Monterrey a Tamaulipas un sábado de noviembre de 2024 fue interrumpido. Fue bajado de su camioneta y abandonado a suerte en un camino desolado.

Filiberto tomó el celular que llevaba consigo y que aún registraba señal para comunicarse con su familia, les dijo que estaba perdido y les compartió las características del lugar donde estaba.

La familia, que se encontraba en Nuevo León, no obtuvo respuesta por parte de las autoridades, así que se comunicaron con el Colectivo Amor por los Desaparecidos, que les recomendó poner una ficha de desaparición.

Tres días después, el martes, el Colectivo se enteró que Don Filiberto seguía perdido, en ese momento se encontraba con autoridades de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas, en una búsqueda en Río Bravo y decidió trasladarse a Reynosa.

A través de redes sociales, el Colectivo y la familia invitaron a los ciudadanos a unirse a la búsqueda de don Filiberto, pues el terreno en el que lo buscaban era muy amplio y ya tenía 4 días sin alimentación.

Casi una semana después, el jueves, Rosalba, quien acompañaba al colectivo, lo encontró debajo de un mezquite, cubierto con una bolsa negra y deshidratado. Sin embargo, en el hospital lo lograron estabilizar.

¿Cuántos personas desaparecidas en Tamaulipas se han localizado?

De los 22,470 de personas registradas como desaparecidos y no localizadas que contiene la plataforma del gobierno de México, se han localizado 9,163 personas. De este último total, 8,336 fueron localizados con vida y los 827 restantes sin vida, siendo Reynosa, Nuevo Laredo y Matamoros, los municipios con mayor registro de desaparecidos.

A pesar de los esfuerzos de autoridades locales y nacionales, la tendencia sigue en aumento, pues 2024 es el año en el que hasta ahora se han registrado más desapariciones, lo que refleja la insuficiencia de estrategias para prevenir y resolver estos casos.

Además, personas que buscan a sus desaparecidos y colectivos de búsqueda han señalado en más de una ocasión la falta de coordinación entre las fiscalías, comisiones de búsqueda y las autoridades federales, complicando la resolución de los casos.