El agua destinada a productores agrícolas del norte de Tamaulipas terminó siendo enviada a Estados Unidos. Foto: CONAGUA
Parte del agua para el campo en Tamaulipas fue enviada a Estados Unidos sin aviso oficial
El agua destinada a productores agrícolas del norte de Tamaulipas terminó siendo enviada a Estados Unidos como parte del cumplimiento del Tratado Internacional de Aguas de 1944.
Así lo confirmó el Comité Hidroagrícola del Distrito 026, al señalar que se desviaron más de 60 millones de metros cúbicos por la falta de preparación en los campos del Distrito 025, lo que obligó a no desperdiciar el recurso.
Las declaraciones surgieron en medio de crecientes tensiones por el reparto de agua y cambios en la representación de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA).
¿Cómo y por qué se entregó agua destinada a Tamaulipas a Estados Unidos?
Según Marco Antonio Garza Acosta, presidente del Comité Hidroagrícola del Distrito de Riego 026 “Bajo Río San Juan”, entre enero y febrero de 2025 se enviaron al menos 60 millones de metros cúbicos de agua a Estados Unidos, volumen originalmente planeado para el Distrito 025 “Bajo Río Bravo”.
El motivo fue la falta de preparación en los campos agrícolas de esa región, que no contaban con las condiciones necesarias para iniciar el proceso de riego.
“Se prefirió no desperdiciar el agua y cederla, aunque el destino final terminó siendo el cumplimiento parcial del tratado con Estados Unidos”, aseguró el líder agrícola.
La Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) confirmó en una reunión posterior que una parte del recurso fue utilizada como abono al compromiso internacional, aunque no se precisó el volumen exacto.
¿Qué impacto tuvo esta decisión en los productores tamaulipecos?
La decisión generó inconformidad entre los agricultores de la zona norte del estado, quienes denuncian que el agua fue transferida sin consenso ni notificación adecuada.
Garza Acosta señaló que cuando se exigió a la Conagua una explicación, la primera respuesta fue que el agua “se perdió en el mar”, lo cual fue desmentido por la propia CILA.
Actualmente, el Distrito 025 exige la dotación pendiente para continuar con su plan de riego, pero el Distrito 026 ya no tiene la capacidad hidráulica para cubrir esa demanda.
Además, se ha detectado una falta de cumplimiento de acuerdos por parte de Nuevo León, que no ha liberado parte de su reserva de la presa El Cuchillo, lo cual mantiene la tensión entre regiones productoras.
¿Qué incertidumbre genera la salida de la funcionaria de CILA en EE.UU.?
La reciente renuncia de María Elena Giner, comisionada estadounidense de la CILA, incrementó la incertidumbre entre los agricultores tamaulipecos.
Jorge Luis López, vocal del Consejo de Cuenca del Río Bravo, advirtió que Giner tenía experiencia y conocía la problemática, pero su salida podría traer un enfoque más político y menos técnico.
El temor es que su reemplazo tenga mayor afinidad con intereses del gobierno de Texas o del expresidente Donald Trump, lo que podría complicar las futuras negociaciones sobre el agua.
También se cuestionó la validez de acuerdos como el Acta 331, firmada sin la participación del Senado mexicano, lo cual, según expertos, podría abrir la puerta a impugnaciones legales.
La transferencia de agua destinada a agricultores tamaulipecos hacia Estados Unidos ha reavivado la polémica en torno al cumplimiento del Tratado de 1944 y la falta de transparencia en las decisiones sobre recursos hídricos. Con tensiones internas y diplomáticas, los productores exigen soluciones estructurales y una distribución justa, antes de que la escasez agrave aún más el conflicto agrícola en la región.