Conflicto en Progreso por autos estacionados en la playa, esto fue lo que pasó
Dos autos estacionados desató un altercado entre una pareja de turistas y locales en el puerto de Progreso durante una celebración religiosa realizada en la playa en honor a San Telmo, patrono de los pescadores.
Una mujer extranjera y su pareja, un turista nacional, salieron de su casa para reclamar porque tapaban la salida de automóviles de la casa; el asunto escaló tanto que hasta el alcalde porteño, Erik Rihani, intervino para calmar el conflicto.
¿Qué originó el conflicto en Progreso?
Lo que parecía una mañana tranquila en el puerto, durante una misa en la playa, se convirtió en una pelea entre una pareja de vacacionistas en Progreso que mostró su descontento al ver autos a unos metros de su casa.
Ubicado en la zona habitacional cerca del mar, el predio se encuentra varios metros atrás de donde se estacionaron los autos. Por la molestia, la pareja golpeó varias de las unidades e incluso soltó a sus perros.
Los progreseños se defendieron acusando a los turistas que querer adueñarse de las playas; mientras que los quejosos señalaban que no deberían estacionar en esa zona donde hay vegetación costera y acusarlos de dejar basura.
¿Cómo se resolvió el problema?
En el evento que se realizaba en honor a San Telmo se encontraba el presidente municipal de Progreso, Erik Rihani, que llegó hasta el lugar del conflicto para mediar entre la pareja de foráneos y los habitantes del puerto.
Al lugar también arribaron elementos de la Policía Municipal de Progreso y personal de Protección Civil, pero el alcalde, pidió a la pareja respetar las tradiciones y costumbres del municipio y pidió respeto entre ambas partes.
Para evitar que el problema se hiciera más grande, se tomó la decisión de retirar los autos, lo que generó descontento entre los locales, pues, argumentan, no se encontraban dentro de la propiedad y esa zona es federal.
¿Se puede privatizar una playa en Yucatán?
Este es uno más de los conflictos que se han registrado en los últimos meses entre personas extranjeras o de otros estados del país que residen en la costa de Yucatán y que prohíben el acceso a las playas públicas.
Por decreto presidencial se puso fin a la privatización de playas en Yucatán y en la Ley General de Bienes Nacionales se estipula que el acceso a estas no se deben inhibir, restringir, prohibir o condicionar.