Científico mexicano es reconocido en Europa por su investigación sobre toxinas marinas
Científico mexicano fue galardonado con la Medalla "Albert 1er Prince de Monaco", su trabajo busca prevenir intoxicaciones y proteger la industria pesquera en México y el mundo.
LA PAZ, Baja California Sur.- En los laboratorios de Baja California Sur, donde se investiga desde la agricultura en zonas áridas hasta la recuperación de especies marinas como el lobo fino de Guadalupe, que estuvo en las puertas de la extinción.
Surge un jovén científico mexicano cuyo trabajo trasciende fronteras por su impacto en la salud pública y la pesca.
José Luis García Corona ha sido galardonado con la Medalla "Albert 1er Prince de Monaco" y el Premio Nacional a la Mejor Tesis de Doctorado en Ciencias Oceanográficas 2025 en Francia.
Este reconocimiento, otorgado por la Academia Francesa de Ciencias y el Instituto Oceanográfico de Mónaco, lo convierte en el primer mexicano en recibir esta distinción, colocándolo entre las figuras más destacadas en el estudio de los océanos.
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"Para mí es una distinción muy importante y estoy muy contento también de traer ese galardón a México", comparte José Luis con emoción durante una entrevista para POSTA Baja California Sur.
"Creo que los jo´venes en Me´xico tenemos un gran potencial, tenemos nuevas ideas, mucha energi´a y creo que vale la pena traer eso de regreso a nuestro pai´s".
Dr. Jose´ Luis Garci´a Corona - Biólogo Marino Investigador
La ceremonia de premiación se llevará a cabo el 24 de noviembre en París, Francia, donde el príncipe Alberto II de Mónaco entregará personalmente el premio y la medalla al investigador mexicano.
Foto: CIBNOR
¿Quién es José Luis García Corona?
Nacido en Michoacán, García Corona se considera sudcaliforniano de corazón. "Me siento muy contento de recibir esta distinción porque es un premio muy importante a nivel internacional y una motivación para seguir adelante", confiesa José Luis con emoción.
Fue en Baja California Sur donde forjó su camino como biólogo marino y donde ha creado los cimientos de su vida profesional y personal.
El gran interés de García Corona por la biología marina lo llevó a obtener una licenciatura con honores en la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), seguida de una Maestría en Ciencias en el Uso, Manejo y Preservación de los Recursos Naturales, con orientación en Acuicultura en el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR) de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación.
Su búsqueda de conocimiento lo impulsó a realizar un doctorado en Ciencias Ambientales Marinas en el Instituto Europeo del Mar (IUEM) en Bretaña, Francia, donde su talento y dedicación lo hicieron destacar.
Foto: Coscyt
¿De qué trata su investigación?
La investigación doctoral de José Luis García Corona se centra en una amenaza invisible que acecha en los mares: el ácido domoico.
Esta toxina, producida por ciertas microalgas, se acumula en moluscos bivalvos como mejillones, almejas y vieiras, y puede causar intoxicación amnésica por moluscos (ASP, por sus siglas en inglés) en quienes los consumen.
"Mi tesis fue financiada para estudiar una problemática muy grande que existe sobre todo en el norte de Europa", explica José Luis. "Esta problemática consiste en que a veces hay florecimientos de microalgas que producen ciertos tipos de toxinas, como el ácido domoico, que es una de las más peligrosas para la salud humana".
La intoxicación por ácido domoico es un problema grave que puede tener consecuencias devastadoras. En Canadá, en 1987, más de 100 personas sufrieron una intoxicación alimentaria tras consumir mejillones contaminados con ácido domoico.
Los síntomas incluyeron:
- náuseas,
- vómitos,
- diarrea,
- dolor abdominal,
- confusión,
- pérdida de memoria a corto plazo,
- convulsiones,
- coma en los casos más graves.
Lamentablemente, se reportaron personas que fallecieron a causa de esta intoxicación.
A diferencia de estudios previos, García Corona analizó cinco especies diferentes de invertebrados marinos, incluyendo vieiras, almejas, caracoles y ascidias. Descubrió que la acumulación y depuración del ácido domoico varían significativamente entre las especies, y que cada una tiene mecanismos fisiológicos únicos para procesar esta toxina.
"Los descubrimientos que hice han permitido elucidar los mecanismos que están detrás de esa problemática", comenta José Luis con satisfacción. "Ahora, gracias a ese conocimiento, ya vamos a poder proponer potenciales soluciones al problema".
Uno de los hallazgos más relevantes de su investigación es que la vieira Pecten maximus, un importante recurso pesquero en Europa, puede acumular altas cantidades de ácido domoico en su glándula digestiva y retenerlo durante largos periodos.
Este descubrimiento es clave para la gestión pesquera, ya que permite identificar las especies más vulnerables a la acumulación de toxinas y establecer medidas de control más efectivas.
Por ejemplo, si se conoce que una especie de almeja es más propensa a acumular ácido domoico, se puede monitorear su presencia en esa especie con mayor frecuencia y tomar medidas preventivas, como cerrar la pesca en áreas con alta concentración de toxinas.
Foto: Coscyt
¿Una solución para una amenaza latente en México?
La investigación de García Corona no solo tiene un valor científico intrínseco, sino que también posee un enorme potencial para impactar positivamente la economía pesquera, tanto en Europa como en México.
Las toxinas amnésicas, como el ácido domoico, representan una amenaza constante para la industria, ya que pueden provocar el cierre de áreas de cosecha, pérdidas en ventas debido a la desconfianza del consumidor, y altos costos de monitoreo.
En Europa, la acumulación de ácido domoico en la vieira (Pecten maximus) ha causado cierres de cosechas y pérdidas económicas significativas. La investigación de García Corona abre la puerta a estrategias de mitigación más efectivas para prevenir la contaminación y evitar el cierre de áreas de pesca.
En México, en particular en la Península de Baja California, donde la almeja mano de león (Nodipecten subnodosus) es una especie con potencial para acumular ácido domoico, la investigación de García Corona cobra especial relevancia.
Si bien México no ha documentado brotes catastróficos de intoxicación por ácido domoico como los ocurridos en Canadá, la aplicación de los hallazgos de García Corona podría prevenir futuras crisis sanitarias y proteger la industria pesquera nacional.
"Espero que mi trabajo pueda ayudar a proteger la salud de las personas y la economía de las comunidades que dependen de la pesca", dijo José Luis con convicción.
Este potencial de impacto positivo se extiende más allá de la seguridad alimentaria. En Baja California Sur, la riqueza natural impulsa diversos sectores, desde la investigación científica hasta el turismo, como se evidencia en el impacto de las ballenas grises en los pueblos pesqueros de la región. Así como las ballenas grises atraen visitantes y generan desarrollo económico, la investigación del Dr. García Corona podría generar beneficios similares al proteger los recursos pesqueros y la salud pública.
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¿Un futuro incierto para la ciencia en México?
A pesar de sus logros, García Corona enfrenta un panorama laboral incierto en México, reflejando la difícil situación que muchos jóvenes científicos enfrentan en el país. Sin embargo, confía en el talento de los jóvenes mexicanos y en la posibilidad de generar soluciones innovadoras para problemáticas globales.
"Espero y confi´o en que el hecho de que profesionales de alto nivel estemos regresando a nuestro pai´s a tratar de contribuir a mejorar la calidad de vida de la poblacio´n, motive a los gobernantes, a los empresarios, a los poli´ticos, a incorporarnos, a retribuirles a ustedes lo que ustedes han pagado con sus impuestos para nuestra educacio´n"
Dr. Jose´ Luis Garci´a Corona - Biólogo Marino Investigador
Mientras tanto, su trabajo sigue marcando pauta en el ámbito internacional, demostrando que con dedicación y esfuerzo, los jóvenes mexicanos pueden alcanzar el reconocimiento mundial.
