Vecinos de “Paquita la del barrio” en CDMX la recuerdan como una mujer valiente
Tras el fallecimiento de la intérprete de “rata de dos patas “, sus vecinos en la colonia Guerrero pasaron frente a “Casa Paquita”, evocando los momentos que vivieron con ella.
CUAUHTÉMOC, Ciudad de México.- Vecinos de la colonia Guerrero, caminaron frente al número 202 de la calle de Zarco, donde se ubica “Casa Paquita” que fue por mucho tiempo el lugar desde que se presentó la celebre artista, famosa por interpretar canciones de dolor y despecho.
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Recuerdan a Paquita como una vecina amable y cariñosa
Elena vive a unas calles de este lugar y no perdió la oportunidad de pasar al sitio al que muchas veces acudió como invitada de Paquita la del Barrio y disfrutar de las canciones que le encantaba cantar junto a la intérprete nacida en Veracruz.
Quienes la conocen, saben que tuvo una vida difícil en la que el amor la hizo cometer errores que le hicieron daño y que al mismo tiempo fueron formando el carácter que la hizo viajar hasta la ciudad de México para emprender un exitoso camino en la música regional mexicana, lanzando dardos envenenados a los hombres, que eran para la intérprete los causantes de ese dolor
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Así fue como Paquita la del Barrio dio empleo a algunos vecinos y se hizo comadre uno en especial
Al mismo tiempo a sus vecinos, los hizo familia, porque convivía de forma muy cercana con ellos. Miguel fue su capitán de meseros por más de una década y recuerda que siempre fue amable y dicharachera, viajaban casi cada semana como si fueran familia a algún pueblo cerca de la capital, pero cuando la cantante se enojaba sacaba a reducir su fuerte carácter que también le hacía inconfundible.
Una vez ya en la noche me salí porque no me caían unas muchachas que estaban ahí, y al día siguiente me gritó y me la hizo de tos”
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Así la recuerdan trabajadores de Casa Paquita
Eduardo Machorro es un ingeniero quien vive frente a casa Paquita y por muchos años convivió con la cantante de una forma tan cercana que se hicieron compadres, pues la intérprete fue madrina de bautizo de su hija.
Pese a movilizase en silla de ruedas, hizo lo posible para salir de su casa y ver cómo sus vecinos llegaban a este lugar como si estuvieran despidiendo sólo con la mirada este sitio, que difícilmente volverá a abrir sus puertas como el centro nocturno, que marcó toda una época en el centro de la ciudad.
la bautizamos en la basílica de Guadalupe y después nos vinimos a un restaurancito que era propiedad de su hermana viola”
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Ahora esperan que los familiares de la cantante tomen en cuenta el arraigo que tiene en este barrio y los incluyan para poder estar presentes, despidiendo al artista, empresaria y comadre, a quien tanto van a extrañar.
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