Montachoques en la Chamapa-Lechería; así es su modus operandi en carreteras
Los montachoques operan en grupo, portan armas y utilizan bloqueadores de señal para evitar el rastreo de las unidades robadas.

Cámaras de seguridad captaron un violento asalto perpetrado en la autopista Chamapa-Lechería, en el municipio de Naucalpan, donde un grupo de delincuentes aplicó la modalidad conocida como “montachoques” para robar una unidad de carga.
De acuerdo con las imágenes, los asaltantes operan en varios vehículos, portan armas de fuego y utilizan bloqueadores de señal (tipo jammer) para inutilizar los sistemas de rastreo GPS.
¿Cuál es el modus operandi de los asaltantes?
El modus operandi consiste en que una camioneta blanca cierra el paso a la unidad de carga, obligando al conductor a frenar de forma abrupta para evitar una colisión.
Mientras tanto, otro vehículo se dirigió al segundo carril, para bloquear la circulación y evitando cualquier intento de escape.

Una vez detenido el transporte, los delincuentes violentan al operador, lo bajan de la unidad y lo suben a uno de los vehículos utilizados para el asalto.
Posteriormente, escapan del lugar con el camión robado.
Las autoridades ya investigan este hecho, y se ha difundido una imagen que muestra el rostro de uno de los presuntos responsables.
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¿Qué acciones están implementando las autoridades?
El Congreso del Estado de México analiza una iniciativa para aumentar las sanciones contra quienes provocan accidentes intencionalmente con el fin de extorsionar a los conductores, una práctica conocida como "montachoques".
El diputado de Morena, Octavio Martínez Vargas, presentó el 2 de abril una propuesta de reforma al Código Penal estatal para que esta conducta sea tipificada como extorsión, lo que permitiría aplicar penas más severas a los responsables.
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¿Cuáles serían las sanciones?
Si la reforma es aprobada, los implicados podrían enfrentar de 8 a 12 años de prisión y multas de hasta 1,500 días de salario mínimo. Sin embargo, las penas aumentarían a 24 años si la extorsión se comete con ayuda de medios electrónicos o si las víctimas son parte de grupos vulnerables.
En los casos más graves, donde los delincuentes actúen en grupo, porten armas o se hagan pasar por agentes de seguridad, las penas podrían alcanzar hasta 70 años de prisión o incluso cadena perpetua.