VIDEO | Protestan en la autopista México-Puebla por desaparición de una joven en Valle de Chalco
La joven Jessica Sinaí desapareció el pasado domingo, en la zona de Valle de Chalco.
El pasado domingo desapareció Jessica Sinaí Pérez Virrueta, de 21 años de edad, mientras se encontraba en su domicilio en la colonia Guadalupana 1ª Sección, en el municipio de Valle de Chalco, Estado de México.
Desde ese momento, sus padres no han tenido noticias de ella, lo que ha desatado una profunda angustia en su familia y entorno cercano.
Ante la falta de respuesta por parte de las autoridades, este martes familiares y amigos de la joven decidieron bloquear la autopista México-Puebla en ambos sentidos, a la altura del kilómetro 27, como medida de presión para que la Fiscalía mexiquense acelere las labores de búsqueda.
¿Cuándo y dónde desapareció Jessica Sinaí?
Jessica fue vista por última vez el pasado domingo en las inmediaciones de su hogar, ubicado en la colonia Guadalupana 1ª Sección, municipio de Chalco. De acuerdo con sus padres, la joven se encontraba fuera de su casa cuando desapareció sin dejar rastro.
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¿Qué exigen los familiares?
Los familiares de Jessica exigen a las autoridades de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México que revisen de inmediato las cámaras de videovigilancia de la zona.
También solicitan que se les permita el acceso a dichas grabaciones o, al menos, que se les informe sobre lo que las autoridades han podido identificar hasta ahora.
Con cartulinas, mantas y la ficha de búsqueda de Jessica, los manifestantes aseguran que no levantarán el bloqueo hasta obtener una respuesta clara sobre el rumbo de la investigación. Denuncian que la falta de acción ha retrasado su localización y que cada minuto es crucial en estos casos.
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¿Qué alternativas viales hay?
Para evitar la zona afectada por el bloqueo, las siguientes rutas alternas han sido recomendadas:
- Circuito Exterior Mexiquense
- Carretera Chalco–Los Reyes
- Zona de Tláhuac
El caso de Jessica Sinaí no es aislado. En el Estado de México, como en muchas otras partes del país, las desapariciones de mujeres jóvenes continúan siendo una realidad dolorosa y constante.
Las protestas como la de hoy no solo buscan respuestas para una familia, sino que reflejan la desesperación de cientos de personas que se enfrentan a procesos lentos y a veces indiferentes por parte de las instituciones.
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Cada desaparición debe ser tomada con seriedad, diligencia y sensibilidad. Hoy es Jessica, pero mañana puede ser cualquier otra persona. Exigir justicia no debería ser motivo de bloqueo, sino un deber natural del Estado. La esperanza de su familia sigue viva, y con ella, el llamado a que la búsqueda no se detenga hasta encontrarla.
