El Adiós a Paquita la del barrio. Así la despidieron en CDMX
Cientos de personas esperaron horas para poder pasar la carroza con la cenizas de Paquita la del Barrio en diferentes lugares que se volvieron emblemáticos para los vecinos que convivieron con ella
CUAUHTÉMOC, Ciudad de México.— Habitantes de la ciudad de México, se aglomeraron en los sitios por donde pasó el cortejo fúnebre de Paquita la del Barrio rumbo a “casa Paquita”, donde se le rindió un homenaje.
Fue uno de esos momentos singulares, que no se ven con frecuencia y en los que el pueblo salió a rendirle tributo a la cantante, que además consideraban como parte de su familia, y con quien convivieron en muchos momentos
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Salió en punto de las 11 de la mañana de la funeraria donde estaban sus cenizas, y tras un cambio de urna, hicieron un recorrido por algunas calles de la ciudad de México, pasando por Bellas Artes y llegando a su primera parada, la plaza Garibaldi, donde ya la esperaban decenas de personas para cantarle “las golondrinas” y “amor eterno” e iniciar así una jornada inolvidable.
Esas son las muestras de Cariño de los habitantes de CDMX para Paquita la del Barrio.
Ángela estuvo en varios de estos lugares y se adelantó por momentos al paso de la comitiva, donde se trataba en la carroza, emblemática de esa funeraria, una Cadillac 1928, para poder estar en los momentos en que la artista sería despedida.
Después llegaron al mercado Martínez de la torre, uno de los sitios en los que originalmente se tenía programada una parada de cinco minutos y que se convirtió en una serenata de poco más de una hora donde mariachis y locatarios cantaron con toda su fuerza las canciones de la cantante fallecida el 17 de febrero en Veracruz y que hace algún tiempo vivía aquí.
¿Como recuerdan a Paquita, los habitantes de la colonia Guerrero?
Los locatarios del Mercado Martínez de la Torre recuerdan que todos los meses Paquita llegaba hasta un puesto de cosméticos para comprar 1,440 pestañas postizas del número 38, las mismas que usaba Paquita la del Barrio, para lucir tan guapa como siempre.
Llegaba y convivía con nosotros y se sentaba en un huacal, ahí, afuera del puesto
Anónimo - Locatario del Mercado, Martínez de la torre
Muchos dejaron de hacer sus actividades en esta populosa, zona de la ciudad de México, y fue común observar en los edificios, por las ventanas, en los balcones y en los negocios a las personas ver pasar al cortejo fúnebre que se dirigía a casa Paquita para hacer su homenaje.
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¿Cómo la despidieron en casa, Paquita?
Llegaron familiares, amigos y algunas autoridades del gobierno local de esta ciudad para estar en un lugar preferente mientras se llevaba a cabo una misa oficiada por el padre José de Jesús Aguilar, vocero del Episcopado Mexicano, quien dedicó un mensaje durante la homilía que él mismo escribió, llamando incluso a los habitantes de esta comunidad a recordar los pasos de Paquita la del Barrio por este lugar.
Cerró su plática con la frase emblemática de la cantante: “¿Me están oyendo, inútiles?”
Después de la misa, vinieron los mensajes de su hermana Viola Dorantes y de otras personalidades que recordaron momentos entrañables de la convivencia con la artista, quien llegó a ganarse el corazón de los habitantes de esta comunidad.
La hicieron suya, y Paquita, a su vez, se dedicó a ser la voz de las mujeres dolidas, lastimadas, engañadas y atormentadas por sus parejas. La vieron más allá de una cantante común, como una persona que las inspiraba a salir adelante.
Finalmente, pudieron entrar a despedirse de Paquita la del Barrio en este lugar que ella misma construyó a lo largo del tiempo y que se convirtió, por unas horas, en una capilla ardiente. Allí, los asistentes pudieron rendir su último homenaje, dejándole una flor en recuerdo de la vecina, patrona, empresaria, cantante y amiga.
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