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No tengo cabello verde: Sin Esdrújulas

Los seres humanos estamos programados a ser conscientes de la manera en la que otros nos perciben y para que eso nos importe.

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Por: Carolina Hernández

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Este semana fin de semana terminé con los tres meses de micro mini tallercito para aprender a escribir bonito y por supuesto que me dejó muchas enseñanzas, además claro, de cómo usar un excel.

Pero una de los comentarios más recurrentes que escuché fue: no escribo más en redes sociales porque me da miedo “lo que vayan a pensar”.

Ese “lo que vayan a pensar” era el freno de casi todas, todos y todes.

Y lo entiendo perfecto. Yo durante mucho tiempo estuve preocupadísima por lo que la gente -real o imaginaria- pensara de mi y de mis textos.

La validación es una emoción intrínseca en nuestra vida.

Según un estudio del Museo Nacional de Historia Natural de Estados Unidos preocuparse por lo que otros piensen sobre nosotros es una adaptación evolutiva.

En los primeros años de nuestra existencia como sociedad, pertenecer a un grupo social y ser aceptado por los demás resultaba fundamental para la supervivencia.

Si no encontrabas una tribu que te aceptara estabas más vulnerable.

Los seres humanos estamos programados a ser conscientes de la manera en la que otros nos perciben y para que eso nos importe.

La cosa es aprender a gestionar a quién le damos ese poder.

Y para eso es puro trabajar en la autoestima.

Una persona con una autoestima sana encuentra el equilibrio entre su percepción personal interna con la que siente del exterior.

Y este ejemplo me la puso una amiga a la que le gira bien bonito su ardilla:

Por qué te preocupa cuando alguien en redes te escribe en mayúsculas y con mucho resentimiento: ME CAGA TU CABELLO VERDE, SE TE VE ESPANTOSO, ODIO QUE TE PONGAS ESE COLOR, NO TE QUEDA, RIDICULA…

¿Tienes el cabello verde?

No, tu sabes que no. Entonces es muy probable que esa persona tenga el cabello verde o quizá odie a otra persona que sí tiene el cabello verde pero no puede decírselo a ella y te lo viene a decir a ti.

No tiene sentido angustiarnos cuando nos dicen algo que no es verdad.

Cuando empezamos a buscar aprobación del exterior y nos enfocamos demasiado en lo que piensan los demás, corremos el riesgo de perder de vista lo que de verdad somos.

Por que, lo que los demás piensen o digan sobre ti está fuera de tu control.

No es tu realidad, es la suya.

Lo que sí está en tu control es la forma en la que te afecta.

Los estoicos decían que nada es bueno ni malo, porque lo importante no es lo que sucede -que es inevitable y neutral- sino la forma que tenemos de interpretar y afrontar cada situación.

Una manera de lidiar con esto es aceptar que las personas tienen opiniones sobre ti que no siempre van a ser buenas y que ese no es tu problema.

Sus opiniones son asunto suyo, lo tuyo es aprender a gestionar cómo te afectan.

Si todo el tiempo queremos likes, que nos hagan comentarios positivos y no tener ninguno negativo vamos a pasarla muy mal.

Una de las cosas que más repetí en el micro mini tallercito fue: escriban para ustedes. No para juanpi_goku3204.

Las personas que solo vomitan odio en redes tendrán que aprender a lidiar con sus frustraciones y ojalá encuentren soporte emocional que les abrace y les arrope.

El miedo a la opinión de gente que no conocemos y que, honestamente, ni siquiera nos importa no puede ser un limitante para hacer lo que nos gusta, porque tratar de complacer a los demás es la clave del fracaso.

Y nosotros no fracasamos.

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