Palomita Azul ¿Por qué nos importa tanto?

Hola qué tal, yo soy Carolina Hernández y este es Sin Esdrújulas tu micro mini podcast / verificado /famoso favorito.

Y hoy quiero que hablemos de la palomita azul.

¿Por qué nos importa tanto?

Les cuento.

Dice la historia que la palomita azul comenzó en Twitter allá por el lejano 2008, ese año en el que emos y punks se enfrentaron en una batalla campal en la glorieta de los Insurgentes en la Ciudad de México. Pero esa es otra historia.

El caso es que en ese año Twitter inició con este sistema de verificación para evitar algunas suplantaciones de identidad de “alto perfil”.

Se cuenta que en aquellos días, el mánager de los Cardinales de St. Louis, Tony La Russa, demandó a Twitter, alegando que una cuenta falsa había usado su nombre para burlarse de la muerte de dos lanzadores del equipo.

LaRussa acusó que ese tuit dañó su reputación y causó angustia emocional.

Fue entonces que Twitter le dio prisita a lo de la verificación para evitar más impostores.

La idea era que todos podían estar seguros de que si veían la marca azul junto a un nombre, lo que estaban leyendo era auténtico.

Así que rápidamente la palomita azul se convirtió en un símbolo de estatus de élite.

Esa idea la copiaron otras redes sociales con la misma intención y con el mismo resultado.

¿Tienes palomita azul? Ah, eres famosillo.

Luego, Elon Musk llegó y como el empresario que es lanzó esta grandiosa idea de que cualquiera con 8 dolares al mes podría tener palomita azul. Y todo comenzó a valer riel.

Y luego le siguió instagram, que por si no lo sabían, también ya puedes pagar por que te pongan la mentada palomita azul.

Una prueba más que el dinero puede conseguirte tu sueños.

Pero entonces aquí viene el asunto.

¿Por qué nos importa tanto “parecer” famosos?

La fama es un poderoso imán cultural.

Dicen los antropólogos que al ser las personas especies hipersociales adquirimos la mayor parte de nuestros conocimientos, ideas y habilidades copiando a los demás. Imitando a quienes tienen más jerarquía.

En otros primates no humanos, las jerarquías sociales se basan normalmente en la dominación y en el temor. En nosotras, las personas, se basa en el prestigio.

La antropología del prestigio es una forma de estatus social en la que le ortorgamos respeto y admiración a alguien por hacer algo mejor que nosotros.

Segun los especialistas esta parece ser una característica única de nuestra especie.

Como parte de la evolución quien mejor cazaba o recolectaba era admirado o admirada, tenía prestigio y las demás personas buscaban imitarles por que eso les garantizaba la superviviencia.

Tiene sentido.

La cosa es que ahora cuando alguien se vuelve visible, famoso, palomita azul, tendemos a imitarle en mucho más que sus habilidades y comenzamos a copiar rasgos que tienen poco -o nada- que ver con lo que los hizo exitosos en primer lugar: su ropa, sus palabras, su peinado, sus autos…

Por eso, las compañías buscan “famosos” para que patrocinen sus productos.

Todo lo que son se vuelve aspiracional.

Eso quiero.

Por eso, las personas “famosas” se vuelven un ejemplo, aunque no deberían, aunque no lo sean y aunque no lo quieran.

Queremos una palomita azul que nos de esos 15 minutos de fama de los que habló Andy Warhol.

Por que estamos convencidos de que la fama es el bálsamo perfecto para la herida que deja la exclusión social y pagar 8 dólares por esos 15 minutos de fama, bien los vale.