¡Teotihuacán en peligro!
Un grupo de arqueólogos envió una carta al INAH en la que denunciaron esta situación y le solicitaron que interviniera de manera inmediata
CIUDAD DE MÉXICO.- Teotihuacán es una de las ciudades prehispánicas más importantes no solo del país, sino de la región conocida como Mesoamérica. La Zona Arqueológica de Teotihuacán se encuentra en uno de los pueblos mágicos del Estado de México y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1987.
Sin embargo, este título peligra debido a una advertencia realizada por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), órgano consultivo de la UNESCO. El Consejo llamó a las autoridades correspondientes a frenar las obras que se realizan en Oztoyahualco, donde se han denunciado trabajos irregulares que amenazan hasta con siete hectáreas de vestigios arqueológicos.
CortesíaExigen acciones a nivel gubernamental:
Saúl Alcántara, director de ICOMOS, envió una carta a la secretaría de Cultura, Alejandra Frausto, al gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, al representante de la UNESCO en México, Frédéric Vacheron y al director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto.
En el documento emitido ayer, 24 de mayo, Alcántara informa que las obras de excavación con maquinaria pesada pueden afectar significativamente el territorio de una zona que, supuestamente, debería estar protegida. Es en estas hectáreas donde se encuentran vestigios arqueológicos habitacionales y monumentales que también están en peligro, pues están siendo saqueados por las personas responsables de dicha construcción.
CortesíaEl Consejo Internacional manifestó su preocupación y solicitó detener la construcción, además de permitir que los organismos profesionales autorizados realicen la evaluación de las afectaciones. Por supuesto, otra de las peticiones fue encarar a los responsables de la destrucción el saqueo y que se apliquen los cargos correspondientes a su delito.
Esta situación es la continuación de la denuncia realizada por un grupo de arqueólogos. Los profesionales enviaron una carta al INAH en la que denunciaron esta situación y le solicitaron que interviniera de manera inmediata para detener los daños que esto estaba provocando al patrimonio nacional. A partir de esto se realizó una inspección en la que se determinó suspender la construcción y dar un plazo para que el propietario del predio pudiera regularizarla. Sin embargo, los sellos que clausuraban los acceso fueron violados y las obras continuaron.
