'Yo no soy narcotraficante': Una entrevista a Caro Quintero
Proceso entrevistó en exclusiva al narcotraficante mexicano, Rafael Caro Quintero, en julio de 2016, donde negó asesinar al agente de la DEA, Enrique Camarena; también descartó estar en guerra y no estar trabajando.
CIUDAD DE MÉXICO.- La revista Proceso entrevistó en exclusiva en julio de 2016 desde la clandestinidad al narcotraficante mexicano, Rafael Caro Quintero, quien aseguró no estar trabajando, dejó de ser narcotraficante hace 31 años y aseveró que jamás lo volverá a hacer.
Ando desesperado, ando preocupado, se están metiendo con mi familia y no estoy de acuerdo con lo que está pasando, les pido que me dejen en paz, que yo no soy narcotraficante, ni estoy en guerra, y le vuelvo a repetir el Gobierno sabe que no estoy en guerra. Todos tememos morirnos, todos, pero el día que nos muéramos nos vamos a morir, pero que no sea cuando otro quiera, que sea cuando nos toque, quiero vivir en paz.
Caro Quintero detalló sus inicios en el narcotráfico, desde joven vivía en la sierra y era muy normal la siembra de marihuana y amapola; su padre había muerto, por lo que entre su madre y él tenían que darle de comer a sus hermanos; también negó que su padre se haya dedicado a esto y vivían muy pobres.
Rafael Caro Quintero explicó que sembraba marihuana, negó sembrar amapola, dijo desconocer el tema de la cocaína y aseguró que nunca traficó a Estados Unidos; por lo que la producción la vendía barata en los ranchos de México. Sin embargo, la DEA y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos lo señalan de vender marihuana, anfetaminas y cocaína.
Yo no quiero saber absolutamente nada con el narcotráfico porque fue muy cara la factura que pague y no quiero más, ya con lo que he vivido y lo que sigo viviendo es más que suficiente. Entonces, quiero que lo mucho o poco que me queda de vida lo quiero vivir en paz, si es que me dejan.
Caro Quintero pidió perdón al Gobierno de Estados Unidos, de igual manera a la familia del señor Enrique Camarena y la DEA.
Si algún delito cometí con el señor Camarena pido perdón, pero que no tengan la menor duda de que yo ya dejé de ser narcotraficante, yo no soy un peligro ni para la sociedad de México, ni para el Gobierno, ni para la sociedad de Estados Unidos; yo no quiero saber nada del narcotráfico, yo quiero vivir en paz y quiero estar en paz, y que me dejen en paz a mi familia también.
