Crisis financiera en el Gobierno de México por gasto excesivo
La actual administración presenta una cantidad preocupante de deudas acumuladas que ponen en la mira a Rogelio Ramírez de la O y sus subsecretarios
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MÉRIDA, Yucatán.- En medio de señalamientos y tensiones, Rogelio Ramírez de la O, Secretario de Hacienda, enfrenta una aguda crisis financiera que amenaza con dejar una marca duradera en la historia económica del país. Los focos de atención se centran en las deudas acumuladas y las decisiones presupuestarias que han llevado a la falta de fondos en caja para cumplir con compromisos esenciales.
El equipo de Ramírez de la O, conformado por los subsecretarios Gabriel Yorio y Juan Pablo de Botton, junto con la Tesorera María Elvira Concheiro, está bajo escrutinio por presuntamente arrastrar a la quiebra a miles de empresas al no contar con recursos para saldar pagos a proveedores gubernamentales.
La incapacidad para realizar previsiones presupuestales a tiempo se refleja en la dificultad para cumplir con el servicio de la deuda externa del segundo semestre. La situación llegó al límite, requiriendo una intervención de última hora por parte de Nafinsa, Bancomext, Banobras y el SAT para evitar un default que habría afectado la calificación crediticia del país.
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Los proyectos faraónicos de la 4T, como Dos Bocas, Altán, Tren Maya, Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, Canal Interoceánico, Aeropuerto de Tulúm y Megafarmacia, han superado con creces los presupuestos asignados. Esta situación ha llevado a la Secretaría de Hacienda a desviar fondos etiquetados para otros fines, generando inquietudes sobre la transparencia en las erogaciones gubernamentales.
La deuda externa se ha convertido en un recurso crucial, obligando a la administración a recurrir a préstamos de bancos liderados por Luis Antonio Ramírez y Jorge Mendoza Sánchez, con un interés mínimo de Cetes. Sin embargo, la preocupación crece, ya que el gobierno no solo está endeudado con el exterior, sino también con la banca de desarrollo.
Este panorama deja a miles de empresas en una posición vulnerable, incapaces de cobrar sus facturas por servicios prestados a diversas dependencias gubernamentales. A medida que el gobierno lucha por mantener el control de sus finanzas, las miradas se dirigen hacia posibles cambios en la Secretaría de Hacienda, con nombres como Gabriel Yorio y Jorge Mendoza Sánchez surgiendo como posibles sucesores.
La incertidumbre económica y las deudas acumuladas plantean un desafío significativo para la administración actual, cuyo mane