El arte de encuadernar a mano, oficio que se mantiene vigente en Yucatán
A través de las puntadas, Adriana Alvarado fusiona su pasión por los libros y libretas con su creatividad
MÉRIDA, Yucatán.- Adriana Alvarado encontró en los libros y libretas su verdadera pasión: el arte de la encuadernación, un oficio que se remonta a tiempos antiguos pero que aún hoy perdura como una manifestación de habilidad, creatividad y amor por los detalles.
Originaria de la Ciudad de México, Adriana descubrió su amor por la encuadernación hace varios años, cuando experimentó por primera vez con técnicas tradicionales de encuadernación a mano. Desde entonces, ha perfeccionado su arte, desarrollando habilidades técnicas y explorando nuevas formas de expresión a través de la encuadernación.
Para Adriana, la encuadernación va más allá de simplemente unir páginas. Es un proceso meticuloso que requiere paciencia, precisión y dedicación. Cada libro o libreta que crea es único, cuidadosamente elaborado a mano con atención a cada detalle, desde la elección de los materiales hasta el diseño final.
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Se hace más encuadernación comercial con editoriales y procesos de manufactura pero esto es uno por uno, es un cuaderno a la vez y se va haciendo poco a poco, se piensa desde el tipo de encuadernación, el tipo de portada y el material que va al interior
Adriana Alvarado, - Encuadernadora de libros.
Ella trabaja con una variedad de técnicas y materiales, desde encuadernación cosida a mano hasta encuadernación japonesa y encuadernación en tapa dura. Experimenta con diferentes tipos de papel, telas, cuero y otros materiales para crear piezas que sean tanto funcionales como estéticamente hermosas.
“Son dos tipos de encuadernación, una es de lomo cerrado con costura expuesta y otros son de costura expuesta incluso totalmente cerrado y el tipo de encuadernación puede ser de tipo con puntada exterior o corta son diferentes tipos de puntadas para darle forma a un cuaderno con diferentes tipos de puntadas en el lomo”, destacó.
Con cada libro que encuaderna, Adriana no solo crea una obra de arte tangible, sino que también comparte una parte de su pasión y dedicación. Su amor por la encuadernación es evidente en cada página, cada puntada y cada detalle. Su trabajo es un testimonio de la belleza y la importancia de este antiguo oficio.
