La fe de los guadalupanos, que se refleja en el nivel de sacrificio de caminar desde muy lejos
Cada año, millones de fieles creyentes de la virgen de Guadalupe se dan cita en el templo mariano; de cada peregrino hay una historia de fe.
CIUDAD DE MÉXICO.- En medio de millones de peregrinos que visitan a la virgen de Guadalupe, previo a la fiesta magna, conmemorando sus apariciones, sobresale la imagen de Vicente Estrada, no porque sea muy muy alto o gordo o lleve una ofrenda especial, sino porque avanza de rodillas y sin protecciones un dolor doloroso.
¿Cuál es la historia de Vicente?
Pasó a la vez hacia el encuentro con la virgen, que él asegura que le salvó la vida a su hija Sofía cuando al nacer tuvo un padecimiento cardíaco que por poco le arrebata la existencia.
Por eso viene desde Puebla, primero en una carrera de relevos que le destrozó los zapatos, y ahora de rodillas hacia el atrio, lo que parece terminará con sus piernas, pero no con su voluntad, su fe y fortaleza por dar. Gracias por la salud de su pequeña de dos años, quien lo acompañó en esta peregrinación
Como él, muchas personas en mejores condiciones de salud o hasta en silla de ruedas, recorren este camino previo a las tradicionales mañanitas para poder ver unos instantes a la que consideran a su madre en el máximo templo, Mariano del mundo.
Ver nota:
Más de 5 millones de peregrinos han llegado a la Basílica desde el pasado 6 de diciembre
En este recorrido acompañan a Vicente, esposa, otra hija y su abuela, quienes a la distancia sienten el dolor que mitiga la fuerza del joven poblano, pero que saben tiene un impulso incontenible y celebran con él esa acción de gracias tan singular.
