Machismo se sigue registrando en comunidades rurales
El Instituto Municipal de las Mujeres informó que las mujeres de las comunidades rurales no pueden ni ir al doctor porque son violentadas.

DURANGO, Durango.- La violencia de género se ha arraigado como una preocupante problemática social en comunidades rurales, esto a pesar de los esfuerzos por visibilizarla, lamentablemente los usos y costumbres aunado a otros problemas invisibilizan.
Reconocido por la propia autoridad municipal, Durango enfrenta un problema muy fuerte en este sector poblacional, pues las comunidades rurales han presentado incrementos de violencia en contra de la mujer, la mayoría de las veces por sus propias parejas, quiénes las limitan a realizar actividades necesarias o en su defecto hasta velar por su propia salud, así lo mencionó la directora del Instituto Municipal de la Mujer, Mina Argumedo.
Mina Argumedo
Mina Argumedo -
La violencia contra la mujer en las zonas rurales de Durango adopta diversas formas, desde el abuso físico y sexual hasta el control coercitivo y la violencia psicológica. Estas agresiones, perpetradas en gran parte por parejas, familiares o conocidos, dejan a las mujeres en una situación de vulnerabilidad extrema, atrapadas en un ciclo de violencia del cual les resulta difícil escapar.
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Una de las causas fundamentales de esta violencia es la persistencia de normas culturales y tradicionales que perpetúan la desigualdad de género y legitiman el control masculino sobre las mujeres. En muchas comunidades rurales de Durango, prevalecen estructuras patriarcales que relegan a las mujeres a roles subordinados y las exponen a un mayor riesgo de violencia y discriminación.
La falta de acceso a recursos y servicios básicos, como educación, salud y apoyo legal, también contribuye a la vulnerabilidad de las mujeres en las zonas rurales. La distancia a los centros urbanos y la escasez de instituciones especializadas en la atención a víctimas de violencia de género dificultan aún más su capacidad para buscar ayuda y protección.