Recordando el 9/11. Dos lecturas sobre el ataque a las Torres Gemelas
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CIUDAD DE MÉXICO.- La realidad, a veces puede verse muy parecida a las imágenes que el cine hollywoodense ha construido, como si la ficción de pronto brincara a la realidad. Para Žižek, de alguna manera, esto fue lo que sucedió el día del ataque a las torres gemelas, pues, aunque las imágenes eran muy impactantes, de algún modo ya hablamos visto imágenes similares en el cine de EEUU. Según Žižek, EEUU llevaba años fantaseando con ese escenario donde el otro, simbolizado por el extranjero, China, Rusia, Corea, los latinos, los extraterrestres, siempre es el enemigo que quiere arrebatarles su goce, su forma de vida.
Fantasía que los ayuda a situarse como la autoridad moral, como la policía del mundo. Para Žižek ese día, el 9/11, es el día en que la fantasía se cosifica, la fantasía se vuelve realidad. Sin embargo, lejos de que ese ataque ayudara a despertar a este país de su sueño dogmático, de que se dieran cuenta de qué es todo aquello que habían hecho para ocasionar eso, sólo los hizo caer en un sueño más profundo.
Un colchón ideológico que reafirmó la fantasía que habían fabricado desde hace mucho: “hay que tener cuidado del otro pues todo agente externo es el enemigo”. Sin embargo, como señala el filósofo Yuk Hui, el 9/11 en realidad fue un ataque autoinmume pues ese otro, era uno que EEUU había construido, educado y armado durante la Guerra Fría para sus propios intereses. A veces la barbarie no está allá afuera sino en la civilización misma.