El “boom” de los rascacielos, ¿podría Monterrey convertirse en Nueva York?
En la zona metropolitana de la capital de Nuevo León, se alojan 65 imponentes rascacielos, entre ellos el más alto de Latinoamérica.
MONTERREY, Nuevo León.- En la última década, ha aumentado la construcción de rascacielos imponentes en la zona metropolitana de Monterrey, con edificios que alcanzan hasta los 67 pisos de altura, con lo que se han convertido en referencia en América Latina.
Entre las calles de la capital de Nuevo León, sobresalen las imponentes Torre Obispado, con 62 niveles de altura, y Torre Koi, con 67 pisos. Lo que refleja el desarrollo económico e innovación en la región.
¿Cuál es el edificio más alto de Latinoamérica?
Desde su inauguración en marzo de 2020, la Torre Obispado, con 305 metros, superó a la Gran Torre Santiago de Chile, con 300 metros, convirtiéndose en el edificio más alto de América Latina.
Este rascacielos forma parte del “boom inmobiliario” que ha transformado el horizonte de Monterrey en la última década. Su construcción refleja la tendencia hacia desarrollos urbanos verticales, maximizando el espacio en una ciudad con un crecimiento constante en población y actividad empresarial.
Ubicado en el centro de la metrópoli, en la colonia Obispado, se considera parte de un desarrollo inmobiliario de gran impacto en la ciudad. Su diseño moderno y su altura la convierten en un símbolo del crecimiento económico e industrial de Monterrey.
Este coloso arquitectónico cuenta con 62 niveles, de los cuales 42 están destinados exclusivamente a oficinas. Además, alberga un hotel Hilton Garden Inn en ocho de sus pisos y espacios de co-working operados por WeWork en nueve niveles.
La torre forma parte del complejo que en total abarca 162 mil 845 metros cuadrados de construcción y dispone de mil 456 escalones hasta su cima.
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¿Cuántos rascacielos hay en Nuevo León?
Se estima que en Nuevo León hay alrededor de 65 rascacielos. De este total, 50 miden más de 100 metros de altura y los otros 15 restantes sobrepasan los 150 metros de altura.
Entre los (edificios) más emblemáticos, que sobrepasan los 150 metros de altura, está La Torre Rise que actualmente está en construcción por el arquitecto Bernardo Pozas. Está la torre Sohl, que es de Sordo Magdaleno, también está Torre Obispado y Torre Koi, en Valle Oriente
Abril Balbuena - Maestra de Arquitectura en la UDEM
¿Cuáles fueron los primeros edificios de la zona metropolitana?
Monterrey ha sido testigo de una evolución arquitectónica impresionante desde sus primeros edificios altos hasta los actuales rascacielos que dominan el horizonte. A lo largo del tiempo, la ciudad ha pasado por construcciones emblemáticas como la Torre Latino y el Edificio Condominio de Acero.
La Torre Latino fue construida en 1981, mientras que el Condominio Acero de Monterrey fue construido entre 1957 y 1959, siendo inaugurado en 1959.
La arquitectura de estos dos últimos edificios estuvo inspirada más en el modernismo, los cuales no sobrepasaban los 100 metros de altura.
Tan sólo 20 años después, se construyeron edificios inspirados en el movimiento industrial de Monterrey con el uso del acero, de vidrio, del concreto
Abril Balbuena - Maestra de Arquitectura de la UDEM
Estos nuevos rascacielos no sólo redefinen el horizonte urbano de Monterrey, sino que también reflejan el crecimiento económico y la apuesta por la modernidad en la región.
¿Qué altura tiene la Torre Koi?
Concluida en 2017, esta estructura alcanza los 279 metros de altura y se distribuye en 67 pisos.
Tiene un diseño de uso mixto distribuido en:
- 27 niveles destinados a oficinas
- 218 departamentos de lujo y un hotel
- 9 niveles de estacionamiento subterráneo
La Torre KOI es parte del complejo ubicado en el sector de Valle Oriente, en San Pedro Garza García, que a su vez se encuentra rodeado de centros comerciales, restaurantes y áreas recreativas como el Parque Rufino Tamayo.
¿Qué ventajas ofrecen los edificios en vertical?
Ante el desmesurado crecimiento poblacional en el área metropolitana, las inmobiliarias impulsan la vivienda en vertical con la oferta de departamentos, que evita vivir en zonas periféricas y se impulsan diseños con amenidades. Sin embargo, el valor de los inmuebles pudiera superar, en promedio, los dos millones de pesos.
La profesora de arquitectura en la UDEM, Abril Balbuena, comentó que las ventajas de vivir en departamentos son las amenidades que ofrecen, tales como la seguridad, gimnasio, alberca y áreas de recreo con asador.
Estos rascacielos tienen sus retos al momento de hacerlo en la ciudad. En una zona controlada la gente ha respondido bien a vivir en departamentos, todavía no la mayoría, pero si alguna parte de la población. Sobre todo, en edificios de mediana altura, la gente está empezando a acostumbrarse a ellos, a verlos, y empezar también a indagar cómo pudiera ser un estilo de vida dentro de esos edificios
Abril Balbuena - Maestra de Arquitectura de la UDEM
Sin embargo, asegura que también existen impedimentos.
Los precios de la vivienda suben por estar tan bien ubicados. Entonces, habría que encontrar un equilibrio entre la propuesta para que pudiera ser asequible a la comunidad. Ahorita la ciudad no tiene la infraestructura necesaria para dar servicio al proyecto de rascacielos que se pudiera crecer en la ciudad, por lo tanto, habría que considerar que la infraestructura creciera a la par de cómo están creciendo los edificios
Abril Balbuena - Maestra de Arquitectura de la UDEM
Las nuevas generaciones poblacionales son las que eligen vivir en edificios verticales, así también las familias jóvenes que tienen un hijo pequeño o que no desean tener ascendencia.
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¿Podría evitarse la construcción masiva de edificios?
Para Abril Balbuena, las autoridades deberían concentrar la construcción de rascacielos en determinadas zonas y no esparcirlos por toda la ciudad.
Monterrey tiene unas montañas preciosísimas, que si bien son muy bien apreciadas desde los edificios verticales. También son obstruidas por los edificios verticales; entonces, yo creo que Monterrey pudiera mantener una escala media de ciudad, sí, densificando las zonas y mantener los edificios verticales o rascacielos en algunos centros concentrados, más que esparcirlos por toda la ciudad. Creo que pudiera ser una propuesta mucho más sana
Abril Balbuena - Maestra de Arquitectura de la UDEM
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