Ernestino vive en una banca y vende cubrebocas en Monterrey, conoce su historia
Ernestino vende cubrebocas afuera del Hospital Metropolitano en Monterrey.
Siempre se dedicó a trabajar como albañil, a sus 59 años de edad dice que su peso y sus enfermedades no le permiten trasladarse de un lugar a otro con tanta facilidad, por lo que optó, por hacer de una banca de concreto su hogar.
La vida le pasa por enfrente y a pesar de intentar hacer más por su bienestar, sus problemas de salud no se lo permiten, con la venta de cubrebocas y algún buen samaritano que le comparte alimento es como sobrevive al día a día.
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¿Por qué decidió permanecer en una banca?
POSTA platicó con Ernestino Flores quien al preguntarle por su familia mencionó que no tenía aquí en el estado, su poca familia que le queda vive en Estados Unidos.
Dijo que decidió permanecer en una banca de concreto frente al Hospital Metropolitano y al Metro, porque es buen lugar para vender los cubrebocas, aunque no saca mucho, sus ganancias las utiliza para surtir su mercancía y comprar alimento.
Muy cerca de él se encuentran sus pertenencias, una caja y una bolsa donde carga un cobertor, ropa y papel sanitario, y nada más.
Si lo ven recostado en la banca es porque se le hinchan los pies y necesita descansarlos.
¿Cómo es el día a día de Ernestino Flores?
Aunque dice que no pide apoyo, la gente se acerca y le lleva algún refresco y comida, además hay quienes se quedan platicando con él y eso le hace más ameno sus días.
Para ir al baño camina a urgencias del mismo hospital y lo pide prestado, en frío o lluvia se reguarda bajo la parada de camiones.
No es fácil vivir así, pero ya me acostumbre, hasta me he hecho de amigos, los comerciantes y familiares de pacientes, muchas veces me comparten un plato de comida o me traen un refresco
Ernestino Flores - Vendedor de cubrebocas
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¿Cuántas personas viven en las condiciones de Ernestino en las afueras del Hospital Metropolitano?
Ernestino dice que nunca está solo, porque aunque él viva en una banca de concreto, hay hombres y mujeres en las afueras del nosocomio esperando información de sus familiares hospitalizados.
Nunca estoy solo, siempre hay gente esperando a sus familiares que están en el hospital, muchos pasan días y hasta nos volvemos conocidos
Ernestino Flores - Vendedor de cubrebocas
También comentó que llegan personas que les llevan de comer, además de refrescos o café, y se hacen compañía, aunque dijo que es un lugar seguro para pasar la noche.
Si pasas por la avenida López Mateos frente al Hospital Metropolitano o cerca del Metro, pasa a saludarlo, platica con él y de ser posible comparte los alimentos con Ernestino.
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