¡Nuevo León en alerta! Este es el número de campos de exterminio que hay
En Nuevo León, el hallazgo de varios campos de exterminio revela una cruda realidad sobre los desaparecidos.

MONTERREY, Nuevo León.- En los últimos años, México ha sido testigo de la aparición de "campos de exterminio" utilizados por el crimen organizado para desaparecer a personas, especialmente en estados como Jalisco, Baja California y ahora Nuevo León.
Estos lugares, destinados a la eliminación sistemática de víctimas, reflejan la brutalidad y el control que ejercen algunas organizaciones criminales en diversas regiones del país.
Recientemente, el colectivo Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León (FUNDENL) ha reportado la existencia de al menos 10 campos de exterminio en el estado de Nuevo León.
Leticia Hidalgo, fundadora de FUNDENL, mencionó que, aunque no se cuentan con cifras precisas actuales, hasta 2021 se habían contabilizado 867,556 restos humanos localizados en siete de estos sitios.
Posteriormente, se han identificado otros puntos en los municipios de Vallecillo, Juárez y Santa Catarina. Uno de los casos más impactantes es el de la zona conocida como "El Tubo", una excavación de 843 metros de profundidad en el municipio de Hidalgo, donde se recuperaron más de 10,000 restos humanos.
Te puede interesar....
¿Qué son los campos de exterminio en Nuevo León y cómo operan?
Los campos de exterminio en Nuevo León son lugares clandestinos utilizados por el crimen organizado para desaparecer y eliminar a personas, generalmente mediante métodos como la incineración o disolución de cuerpos.
Estos sitios suelen estar ubicados en áreas rurales o de difícil acceso, lo que facilita su operación sin ser detectados por las autoridades.
La identificación de estos lugares ha sido posible gracias a la labor incansable de colectivos de búsqueda y familiares de personas desaparecidas, quienes, ante la inacción o insuficiencia de las autoridades, han tomado la iniciativa de rastrear y denunciar estos sitios.
Te puede interesar....
¿Cuál es el contexto de los campos de exterminio en México?
La existencia de campos de exterminio no es exclusiva de Nuevo León. En otros estados de México se han descubierto sitios similares.
Por ejemplo, en Teuchitlán, Jalisco, se halló un centro de exterminio de un grupo criminal, con evidencias de hornos crematorios, fosas y restos humanos. Este descubrimiento reavivó el tema del reclutamiento forzado de jóvenes por parte del crimen organizado, un problema persistente en la región.
Asimismo, en Baja California, se encontró "La Gallera", un predio donde Santiago Meza López, conocido como "El Pozolero", disolvió en sosa cáustica alrededor de 300 cuerpos.
Te puede interesar....
¿Qué acciones se están tomando para enfrentar esta problemática en Nuevo León?
La identificación y denuncia de estos campos de exterminio han llevado a una mayor presión social para que las autoridades actúen.
Sin embargo, la respuesta gubernamental ha sido, en muchos casos, insuficiente o tardía. La labor de colectivos como FUNDENL es fundamental para mantener viva la exigencia de justicia y verdad.
Además, es crucial que se fortalezcan las capacidades de las autoridades locales y federales para investigar y desmantelar estas estructuras criminales, garantizando la seguridad y protección de los ciudadanos.
Factores clave relacionados con los campos de exterminio y desaparecidos en Nuevo León:
- Ubicación de los campos de exterminio: Generalmente se encuentran en zonas rurales o de difícil acceso, lo que facilita su operación clandestina.
- Métodos de eliminación: Incluyen la incineración, disolución en sustancias químicas y enterramientos en fosas comunes.
- Participación de colectivos ciudadanos: La labor de organizaciones como FUNDENL ha sido esencial para la localización y denuncia de estos sitios.
- Respuesta de las autoridades: Aunque ha habido avances, aún se requiere una mayor coordinación y eficacia en la investigación y persecución de estos crímenes.
La problemática de los campos de exterminio en Nuevo León y en otras partes de México es un reflejo de la grave crisis de seguridad y derechos humanos que enfrenta el país.
La colaboración entre sociedad civil y autoridades es esencial para avanzar en la identificación de víctimas, el esclarecimiento de los hechos y la implementación de políticas públicas que prevengan futuras desapariciones y garanticen justicia para las familias afectadas.