A prueba y error

Así es como el Gobierno de Nuevo León ha venido sorteando la más grave crísis hídrica de la que se tiene memoria aquí en el estado.

A prueba y error

Así es como el Gobierno de Nuevo León ha venido sorteando la más grave crísis hídrica de la que se tiene memoria aquí en el estado.

Varios eventos se han realizado en los últimos meses para anunciar una y otra vez, con bombo y platillo, medidas emergentes que están lejos de resolver la problemática.

Como lo hemos advertido, urgen los proyectos de mediano y largo plazos, como aquella visión que tuvo hace cuatro décadas el entonces gobernador Alfonso Martínez Domínguez de traer agua del Río Pánuco.

Un secretario de gobernación en campaña vino a anunciar, por segunda ocasión en un mes, la construcción del Acueducto II El Cuchillo-Monterrey, que duplicará el bombeo desde esta presa ubicada en el municipio de China, hacia la zona metropolitana.

Tarde, demasiado tarde, se vislumbra el apoyo del gobierno federal. Ahora con un proyecto bajo el mando del Ejército y la Conagua, “de seguridad nacional”, siguiendo un esquema parecido a la construcción del Tren Maya y el Aeropuerto Felipe Ángeles, con más preguntas que respuestas respecto a la transparencia y efectividad.

Además, comprometiendo recursos que ya habían sido direccionados a las nuevas líneas del metro, un crédito cupón cero que, en teoría, Banobras podría volver a otorgar al Gobierno del Estado de Nuevo León.

Así, la promesa es que el Acueducto El Cuchillo IIquede terminado en un periodo de 8 a 10 meses.

Si se hubieran puesto las pilas cuando se declaró esta emergencia, ya lo estaríamos inaugurando. No perdamos de vista cómo se administrará el agua concesionada para que los sectores industrial y agrícola no resulten afectados.

Si en pocos días tenemos el servicio de agua potable normalizado en toda la ciudad y dejamos de ver a los habitantes de muchas colonias buscando agua en tinacos vacíos o correteando pipas, iremos de gane.

Ojalá que salgamos de esta crisis lo más pronto posible. Y por favor, que nuestras autoridades ya no pierdan el tiempo acudiendo a foros mundiales, cuando no han aprendido lo básico. Las sequías provocan déficit hídrico.

El aumento de consumo de agua potable en el mundo y su uso excesivo, o la contaminación del agua del planeta, también son factores importantes que lo pueden provocar déficit.

Los recursos de agua dulce disponibles por persona han disminuido en más de un 20 por ciento en las últimas dos décadas debido al crecimiento de la población y el desarrollo económico, exacerbados por el cambio climático.

De no tomar medidas, la tendencia continuará, según advierte la Organización de las Naciones Unidas Para el 2050, se predice que entre 4 mil 800 millones y 5 mil 700 millones de personas vivirán en áreas con estrés hídrico durante al menos un mes al año, frente a los 3 mil 600 millones actuales.

Qué bueno que aquí el gobernador hable de garantizar el agua en el 2050… pero primero debería asegurarse de resolver la crisis en este año 2022. Soy Gregorio Martínez…

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