Francisco Javier Velázquez Menchaca: El Escultor del Gran Tintero y su Camino de Transformación
Gracias a su pasión y esfuerzo, este escultor hoy es reconocido tanto a nivel nacional como internacional.
CIUDAD DE MÉXICO.- Francisco Javier Velázquez Menchaca, escultor mexicano, es un claro ejemplo de cómo la vida puede cambiar de rumbo de manera inesperada.
Nacido en un entorno familiar relacionado con las artes gráficas, profesión de su padre, el arte estuvo presente en su vida desde temprana edad. Sin embargo, el destino no lo llevó por ese camino en un principio. Después de terminar la secundaria y la preparatoria, Francisco optó por estudiar contabilidad y comenzó a trabajar en el sector metalúrgico, específicamente en General Motors, donde estuvo por más de 15 años. A lo largo de su vida, también intentó abrir varios negocios y emprendimientos, pero, como muchas veces ocurre en el mundo del comercio, algunos fracasaron por falta de estructura.
La verdadera transformación en la vida de Francisco llegó a los 42 años, cuando, por accidente, descubrió su pasión por la escultura. Hasta ese momento, no sabía dibujar ni esculpir, pero su experiencia como joyero desde los 20 años, trabajando con metales y piedras preciosas, le dio una base sólida para empezar a explorar el mundo de la escultura. Fue en ese período cuando, a través de su trabajo en la Cámara de Diputados, comenzó a fabricar pistones para senadores y diputados. Su vínculo con la política fue el punto de partida para que su vida tomara un giro radical.
Nunca imaginé que mi vida tomaría este rumbo. No sabía dibujar ni esculpir, pero algo en mí despertó esa necesidad de crear”, manifestó.
-
Un día, el Secretario General de la Cámara de Diputados visitó su tienda y se mostró interesado en su trabajo. Le propuso un desafío: hacer una réplica del Tintero que se encuentra en el recinto parlamentario. Francisco aceptó la propuesta y, después de dos meses de arduo trabajo, presentó su escultura, la cual fue tan bien recibida que incluso fue llevada como regalo del presidente de la Cámara de Diputados a las Cortes de Cádiz.

Gracias a esa réplica, llegó la oportunidad de hacer una obra a gran escala, el Gran Tintero, que hoy en día es una de las obras más importantes del Palacio Legislativo de San Lázaro. Sin embargo, la vida de un artista está llena de altos y bajos. En 2017, cuando Francisco estaba trabajando en esa gran obra, un desastre natural cambió el curso de sus planes. El terremoto de ese año afectó gravemente las finanzas públicas y su proyecto fue cancelado. Lo más doloroso fue que Francisco ya había invertido gran parte de sus recursos personales en la creación de la obra. A pesar de las adversidades, él no se rindió. Afortunadamente, recibió el apoyo necesario para continuar, aunque solo con el material indispensable para la obra.
"Fue un golpe durísimo. Había invertido tanto tiempo y recursos en esa obra que sentía que todo se desplomaba”, aseveró.
-
Finalmente, la escultura fue completada y donada a la Cámara de Diputados. Esta obra, que Francisco hizo con mucho esfuerzo, pasión y sacrificio personal, sigue siendo un símbolo de su perseverancia y dedicación al arte. A pesar de los obstáculos, logró superar las dificultades y dejar su huella en el arte mexicano, siempre con la firme convicción de que, aunque el camino es incierto y a menudo desafiante, lo importante es seguir adelante.
"Cada vez que veo esa obra en exhibición, recuerdo que los sueños, por más difíciles que parezcan, pueden volverse realidad. Mi meta es seguir creando, seguir aprendiendo y, sobre todo, seguir inspirando a otros a nunca rendirse”, concluyó.
-
Hoy, con varios libros publicados y una carrera artística consolidada, Francisco sigue trabajando en nuevos proyectos. Su legado es un testimonio de cómo, a pesar de las adversidades y los reveses de la vida, siempre hay oportunidad de reinventarse. Gracias a su pasión y esfuerzo, hoy es reconocido tanto a nivel nacional como internacional, demostrando que la perseverancia y el amor por lo que uno hace pueden llevar a grandes logros.