La nueva derecha mexicana
El actor Eduardo Verástegui quien ahora es más político, tiene la intención de restaurar la derecha en México. Sofía Otero nos cuenta más al respecto.
CIUDAD DE MÉXICO.- El actor y productor Eduardo Verástegui está intentando consolidar lo que nunca antes ha existido en el país: un proyecto político de ultraderecha.
El PAN es el partido más conservador que ha conseguido popularidad nacional, y hasta ese bando terminó haciendo concesiones en las elecciones presidenciales pasadas. Su candidata, Xóchitl Gálvez se posicionó a favor de los programas sociales, de los derechos de las mujeres y de la comunidad LGBTQ+. Las y los panistas más conservadores se quedaron desamparados. Verástegui busca centrarse en ese minúsculo público con su nuevo proyecto: “Viva México”. El INE autorizó el primer paso para que esta organización pueda convertirse en un partido. Para lograrlo, Verástegui tendrá un año para conseguir al menos 256 mil simpatizantes. Para su mala suerte, su historial político no lo respalda.
En la contienda pasada, el ultraderechista trató de lanzarse como candidato independiente a la presidencia. Quedó muy lejos. Sólo juntó el 14% de las firmas necesarias. Su retórica debe estar seriamente mal si en un país tan católico una propuesta religiosa es incapaz de juntar simpatía. Menos mal. Lo que Verástegui necesita ahora es darse a conocer, y su desesperación es palpable. Apenas el 21 de febrero participó en una convención conservadora estadounidense, CPAC. En el escenario aprovechó las cámaras para hacer el saludo nazi. Mientras hacía el gesto, dijo la frase que dio Elon Musk al aventarse el mismo saludo: “Mi corazón está con ustedes” (“My heart goes out to you”).
Como Musk, Verástegui negó que se tratara de un saludo hitleriano. Según él sólo fue una señal para “mandar un cariño al público”. Los gestos tienen significados, y lo que hizo Verástegui fue estratégico. Usó las palabras exactas que Musk para que le fuera más sencillo defenderse. Para mí es evidente que el acto fue patéticamente premeditado. Buscaba que la prensa mexicana hablara de él, al menos para criticarlo y burlarse. Supongo que ha de ser fiel creyente de la frase “no hay mala publicidad”.
Genuinamente creo que Verástegui será incapaz de conseguir las firmas necesarias para consolidar su partido. Más allá del odio a las minorías su mensaje no es contundente. Esto no significa que una alternativa de derecha dura no surgirá en México. Hay otros personajes que podrían volverse los estandartes. A mi criterio el más fuerte contendiente es Ricardo Salinas Pliego. Muy a la Elon Musk, el empresario ha ganado millones de seguidores en X propagando discursos de odio que mezcla con críticas al gobierno actual. Él ya ha expresado que estaría interesado en entrarle a la política, y ahí es donde realmente creo que hay una amenaza. Es una figura con amplio poder económico y mediático. No sólo es el tercer hombre más rico de México sino que además es dueño de TV Azteca y ya es ampliamente conocido.
Siempre estaré a favor de las alternativas políticas y la alternancia en el gobierno. Lo que no puedo respaldar son los proyectos mediocres que buscan hacerse del poder difundiendo odio. Cuando no tienen planes reales ni un mensaje claro, es la única estrategia que les queda.