No llegué por ser mujer, sino porque soy capaz

La preparación, la práctica constante y la paciencia impulsan el éxito.

Recientemente, participé en una conferencia sobre el liderazgo y la mujer, dos conceptos que no han parado de resonar en todos los sectores de la sociedad, pues cada vez hay más mujeres en posiciones clave, de visibilidad y de toma de decisiones.

Sin embargo, sigue habiendo especulación. Cuando una mujer recién asume un cargo importante, a su alrededor empiezan a emerger ciertos cuestionamientos: ¿podrá?, ¿lo hará bien?, ¿cuándo se va a equivocar?, ¿con quién se tuvo que acostar?, ¿quién será el padrino?, cuestionamientos realmente aberrantes. A las mujeres nos toma un tiempo en que se nos reconozca nuestro trabajo, y que no esté bajo el escrutinio del ojo público “por ser mujer”.

Con todo y lo anterior, hay muchas mujeres en posiciones clave que a pesar de los insultos y las habladurías, han roto todos los esquemas y por sus capacidades lo han logrado. Estas mujeres han tenido más aciertos que errores, porque sus errores los han minimizado, y lo que están haciendo de manera extraordinaria es dar el ejemplo y allanar el camino para las generaciones de mujeres más jóvenes. Este es el siglo de la mujer.

Hoy, cada vez hay más mujeres en puestos de liderazgo y lo estamos normalizando. En algún momento dejará de ser algo de lo que “se tenga que hablar”, dejará de ser algo que apuntemos con el dedo porque nos asombre o nos parezca diferente. Porque tanto mujeres como hombres tenemos capacidades para ejercer la toma de decisiones en todos los aspectos sociales y económicos.

Claro, llegar a la cima lleva su tiempo, su trabajo. Existen mujeres que se encuentran a unos cuantos peldaños de llegar y anhelan ya su momento. Hay quienes piensan: “Bueno y, ¿a mí cuándo me va a tocar?”. Son mujeres que están empujando con mucha fuerza el sector laboral, pero aún no llega su gran oportunidad. Pero llegará.

Ellas, y todas las mujeres, debemos prepararnos, ese es el secreto. La preparación, la práctica constante y la paciencia impulsan el éxito.

Hay que estar preparadas porque cuando eres realmente capaz, el puesto te va a llegar, sin tapujos ni impedimentos. Al estar preparada las oportunidades de hacer más y hacerlo en grande llegan a tus manos porque eres la persona ideal y no por el simple hecho de ser mujer.

A ti mujer que te encuentras en el área profesional o en el servicio público:

Sé que ansías llegar a la cima, te digo, tu momento llegará, solo te recomiendo que cuando ese momento llegue sea porque lo trabajaste, te preparaste y porque estas lista para esa nueva y gran etapa. No aceptes un puesto solo por ser mujer, mejor acéptalo porque tienes la capacidad de hacerlo. Hónrate, dignifícate, pero sobre todo prepárate, porque ese día llegará.

Y ya preparada, una mujer llega hasta donde ella quiere, incluso, a dirigir naciones, ¿estas lista?

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