¿Quién ganó en el debate de Tamaulipas?

Primeramente quiero hacer público mi agradecimiento al director general del Grupo Expreso, Don Pedro Alfonso García Hernández, y también a mi socio en POSTA MX, Ángel Vargas Valdez, por encontrar el “cómo sí” para hacer la cobertura total, desde Ciudad Victoria en vivo por casi cinco horas continuas del primer debate entre los tres candidatos a gobernador de Tamaulipas ¡Muchas gracias! Desde ese día, hasta la fecha me han estado preguntando ¿Quién ganó el debate tamaulipeco? No había compartido mi opinión para observar más allá de ese domingo, 24 de abril, por lo que ahora puntualizaré en estos #Apuntes de comunicación política.

Partiendo del punto que exprese al inicio de la transmisión especial que hicimos desde el Paseo Méndez en Ciudad Victoria, Tamaulipas, dije en vivo que en algunas contiendas electorales los debates son de trámite –por ser obligatorios de acuerdo a la ley vigente-, en otras campañas el primer debate pudiera dar una ventaja entre dos y cuatro puntos al mejor debatiente, siendo para el caso tamaulipeco puntos que significan mucho por ser un proceso prácticamente de dos, no de tres, en el que son más que necesarios para alejarse entre los dos punteros. Aunque diversas casas encuestadoras dieron por ganador de este ejercicio a Américo Villarreal, candidato de la alianza encabezada por Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), no comparto del todo con esa valoración por un error de cálculo del evento mismo, me explico:

Aunque los organismos electorales buscan la “máxima difusión” a los debates, el organizado por el Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM) fue pulcro en su logística, seguridad, invitados, y observadores para atestiguar la transparencia de este mecanismo; la falla está en su Comunicación Social: fue un debate gris en todos los sentidos, escenografía parca, acotada accesibilidad de medios, una difusión por medios tradicionales de menor audiencia, olvidándose como es el consumo digital de los tamaulipecos con una transmisión televisiva “posteada” en YouTube que no propicia el engagement, ni que decir de mi ex compañera Ana María Lomelí como moderada tuvo garrafales errores muy evidentes. Mención aparte merece el anquilosado formato del debate, pésimo.

1. FALTA DE PREPARACIÓN

Fue evidente que a los tres les faltó preparación, pero quien más la necesitaba era César Verástegui “Truko o Truco”, candidato de la alianza encabezada por el Partido Acción Nacional (PAN), ninguno usó Frases Fuerzas –soundbites-, ninguno utilizó matices en la voz, vaya, fue nulo el uso de la comunicación no verbal. Hicieron falta debatientes como Jorge Valdez Vargas o Gustavo Cárdenas Gutiérrez.

2. SORPRESA DEL POST-DEBATE

Dicho por el público presente en nuestra transmisión y comentarios que nos hicieron llegar, tuvo mayor nivel de debate la mesa de análisis del post-debate que transmitimos en vivo, que el mismo debate de los candidatos; de ahí la revelación como buena debatiente -y que puede ser una fuerte vocera del candidato- fue la líder nacional de las mujeres del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Monserrat Arcos Velázquez.

3. HUMOR SOCIAL VS AMBIENTE

¿Algún equipo de campaña hizo medición del humor social previo al debate contrastándolo con el ambiente “festivo” del post-debate? Ojalá, aunque lo dudo, pero en UNOCI Consultores en Comunicación hicimos el ejercicio solo en Ciudad Victoria, Tamaulipas, del que arroja un saldo negativo: no hubo impacto real del debate.

APUNTES

Conclusión ¿Quién ganó en el debate? Sin ganar, el puntero se afianzó más con los stakeholders estatales; pero lo queda claro que quien perdió el debate fue Tamaulipas, perdió Ana María Lomelí, y perdió una preciosa oportunidad para re-posicionarse Arturo Diez Gutiérrez, candidato de Movimiento Ciudadano. ¿Y tú, qué opinas? www.daviddorantes.com